Oscar López aseguró que nadie lo citó para realizarse chequeos posteriores.
Lamentó concentración de procedimientos médicos del Maule en dicho recinto.
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| La sonda en el cráneo de López. (Foto: UPI) |
"Son años para que le den una hora, cuando me hice la segunda operación fui todos los días por meses a instalarme fuera de la puerta donde están los neurocirujanos", afirmó, "y al último, el médico me vio que estaba tantas veces en la puerta que me dijo 'pasa para ver lo que tienes' ", afirmó el paciente.
"Si hubiese dicho un médico 'mira tú, esta operación tu tienes que venir todos los (meses de ) diciembre a verte todos los años, porque tienes que venir'… nunca me dijeron esa cuestión", afirmó a Una Nueva Mañana.,
"La gente se muere y no llega la interconsulta", indicó, señalando que se ha querellado contra el Hospital de Talca "para que mejore la infraestructura" ya que no da seguridad.
"Si hubiera una buena tecnología, hubiera todo a tiempo ahí, no sucederían estos asuntos. Miles de personas están llegando hasta ese hospital, que fue construido en 1920 (...). La parte antigua está obsoleta y se necesita un nuevo hospital", indicó.
Cómo ocurrió
López relató que los constantes dolores provocados por un tumor cerebral lo llevaron a peregrinar por varios recintos asistenciales, terminando en el Hospital de Talca, donde fue intervenido por primera vez en 1995.
En dicha cirugía se le instaló una sonda "que va por el interior de la piel y se inyecta al cerebro y eso va a al intestino y de esa forma se va drenando el líquido que estaba en la cabeza"
En una segunda cirugía, explicó, los médicos le dijeron que la punta de la sonda "no la pudimos rescatar".
Posteriormente se realizó exámenes en Santiago con un neurocirujano, quien después de revisar sus escáneres señaló que "el asunto no había quedado bien", y tras consultar a otro profesional en Constitución, descubrió el catéter enrollado en el cerebro, que "ya no se puede sacar", afirmó.
