El presidente de la Asociación de Farmacias Independientes, Héctor Rojas, aclaró en Cooperativa que no están en contra de las llamadas farmacias populares, como la que se instaló en Recoleta, sino que buscan que los laboratorios bajen sus precios de venta a los niveles que otorga al Estado.
"No estamos en contra de una farmacia estatal, encontramos que es una buena medida. De hecho, esto nosotros lo venimos solicitando hace tiempo. Esta idea nació hace 15 años y estuvo a punto de ser una realidad justamente con la Cenabast y que nosotros le íbamos a prestar el servicio al estado para entregar todo lo que es medicamento como beneficio. Lamentablemente, uno de los ejecutivos en la Cenabast en ese momento, al parecer, se enfermó y no pudimos concretar esa idea", dijo Rojas en GPS.
El dirigente destacó que después de eso "nunca se nos escuchó, así como una serie de otras ideas que nosotros hemos plasmado porque la verdad que aquí los laboratorios, sobre todo los internacionales, son los que han capturado y han manejado los gobiernos".
"Es obvio entender por qué. Imagínese que los gobiernos están comprando a 'precio de huevo' los medicamentos. Entonces el usuario y por ende las farmacias son las que tienen que estar pagando esa enorme diferencia", añadió.
Los valores de compra
Rojas destacó que las farmacias independientes y las cadenas compran al mismo precio los productos, pero que estos grandes conglomerados "tienen el descuento máximo que es, generalmente, entre un 15 y un 20 por ciento. En un producto barato que valga mil pesos usted comprenderá que un 15 y un 20 por ciento no tienen ningún efecto, pero en un producto que valga 20 mil pesos a veces son tres mil pesos más baratos del precio que compramos nosotros. Ese precio de compra es igual para todos, pero el descuento es la diferencia"
En esa línea, el timonel de Asilfa apuntó a no fijarse en el precio en que compra ellos y las grandes cadenas, sino al precio que compra el Estado.
Según el planteamiento de Rojas, de igualarse los costos de adquisición a los laboratorios, esto se traduciría en valores finales más bajos para los consumidores.
