El ex presidente de Uruguay José "Pepe" Mujica, indicó que los chilenos "van a seguir disconformes" en caso de que, eventualmente, reeligieran a Sebastián Piñera, al afirmar que la desigualdad es el principal desafío a afrontar en nuestro país.
En una entrevista con la revista Qué Pasa, Mujica se refirió al avance de la derecha en la política del continente, y opinó que "es una racha que va a pasar, porque tampoco la derecha va a cumplir con las expectativas ni nada por el estilo".
"Lo veo como movimientos de vaivén. Por ejemplo, en Chile capaz que vuelvan a votar a Piñera, pero Piñera no les va a solucionar los problemas, los chilenos van a seguir disconformes", presagió.
Bachelet "limitada"
Al ser consultado sobre su relación con la Presidenta Bachelet, Mujica respondió: "Tengo una imagen positiva de ella, pero yo creo que está limitada por la realidad de su partido y por las oposiciones sociales".
"No la tiene fácil. También por algunos incidentes lamentables, como el caso del hijo", comentó.
"Desigualdad grave"
"Chile fue 'país carne' de las reformas neoliberales y está pagando el costo de eso. Se benefició notoriamente con la mejora de algunos precios, como el del cobre, pero por más vuelta que le den, la economía chilena sigue siendo muy sensible a lo que pasa con el cobre", continuó Mujica en su análisis.
Para el ex mandatario, Chile "ha diversificado su economía, tiene presencia en múltiples mercados, firmó un montón de tratados, parece un país maravilloso, pero tiene una diferencia interna en materia del reparto del ingreso enorme y eso conspira contra su crecimiento. Los ricos estarán cada vez mejor, pero todavía hay un sector que ni se entera del desarrollo".
"Chile tiene problemas de desigualdad graves y en algún momento tendrá que atenderlos, porque, si no, la desigualdad se vuelve contra el desarrollo económico: es un peso muerto que lo frena", postuló el ex mandatario.
Finalmente, el ex presidente entregó su visión de cómo se debe abordar la política: "Rechazo la idea de que la política sea un negocio o de que hay que ganar un gran sueldo. Es como prostituir la conciencia. Yo no me meto en política para ganar plata, me meto porque me gusta, porque siento inclinación por ayudar a la gente, por un aspecto vocacional. El que no lo tenga, más vale que no se meta", sentenció.
