El ex Presidente Sebastián Piñera salió nuevamente al paso de los cuestionamientos a la labor de sus empresas, confirmando que las inversiones de la Minera Dominga y Exalmar se realizaron, pero que estas son "legales y legítimas".
En una carta publicada en su página de Facebook titulada "Yo acuso", que hace referencia a la famosa carta "J'accuse...!" del francés Émile Zola, el ex Mandatario -que aún no define su candidatura presidencial- explicó por qué piensa y afirma que las acusaciones y querellas que le han afectado son "canallescas".
Respecto al caso de la inversión de la Minera Dominga, señaló que "la acusación plantea que mi familia, a través de una empresa y junto a muchos otros inversionistas chilenos, realizó una inversión de capital de riesgo, en una empresa de exploración y desarrollo de proyectos mineros. Esta inversión se realizó el año 2009 y se vendió íntegramente el año 2010, antes que se hubiere realizado gestión alguna de carácter administrativo ante el Estado, relacionada con el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA)".
"Esto es verdad, pero es también absolutamente legal y legítimo. Lo miserable es relacionarlo, sin antecedente ni fundamento alguno, con una supuesta actuación indebida de mi persona como Presidente, al proponer a la empresa Suez relocalizar el Proyecto Termoeléctrico a carbón denominado Barrancones, no para proteger la valiosa biodiversidad de Punta Choros e Isla Damas, como lo afirmé como Presidente en esa época, sino que para favorecer intereses familiares en un proyecto minero, del cual no participaba como persona ni en la gestión ni de la propiedad", añadió el ex Jefe de Estado en la misiva.
Recalcó que "la única relación entre estos dos proyectos es que ambos se localizan en la Región de Coquimbo. En todo caso, como es evidente, a la empresa minera le habría favorecido y no perjudicado tener una fuente energética y un puerto cercanos".
Mientras que sobre el caso de Exalmar, sostuvo que "la acusación sostiene que el año 2010 mi familia, a través de una empresa y junto a muchos otros inversionistas chilenos, realizó una inversión en una empresa pesquera denominada Exalmar. Esto es verdad, pero es también absolutamente legal y legítimo".
"Lo despreciable es afirmar o insinuar, sin ningún antecedente ni fundamento, que como Presidente, no sólo intervine en la compra de Exalmar, a través de una sociedad en la cual no participaba ni en la gestión ni en la propiedad, sino que también ya conocía el fallo de La Haya el año 2010, es decir antes de los alegatos ante la Corte de la Haya y tres años antes de que el fallo se diera a conocer el año 2013. O peor aún, insinuar, sin aportar ningún antecedente o fundamento, que como Presidente habría buscado un fallo desfavorable para Chile, con el propósito de favorecer a Exalmar, que ni siquiera opera en la zona sur de pesca del Perú", manifestó.
"No seamos ingenuos"
Piñera volvió a utilizar las declaraciones que el fiscal del caso, Manuel Guerra, hizo en entrevista con La Tercera, donde afirmó que no tiene antecedentes, nuevamente dejó fuera que el persecutor insiste en que no podía descartar su intervención "porque va a depender del curso de ciertas diligencias que tenemos que desarrollar".
Al finalizar su carta otra vez apuntó sus dardos al diputado comunista Hugo Gutiérrez, querellante en la causa de Bancard y Exalmar, asegurando que las querellas que presentó "no tienen ningún fundamento" y llamó a que "no seamos ingenuos".
"Parlamentarios de la Nueva Mayoría actúan como teloneros y cajas de resonancia de las acusaciones infundadas del diputado comunista. Nada de esto es casualidad. Enfrentamos perfectamente orquestada y con una clara y obvia intencionalidad política, reñida con la verdad, la justicia y la decencia, que solo puedo calificar como canallesca", sentenció.