El gremialista Ricardo Sande, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, será uno de los nombres que se incorporarán al Ministerio de Educación con el nuevo Gobierno de Sebastián Piñera, a contar del 11 de marzo.
Según informó El Mercurio, Sande -de 26 años, quien formó parte del consejo político de Chile Vamos- será jefe de gabinete del futuro ministro de la cartera, el abogado Gerardo Varela; una labor que ya comenzó a desempeñar el día lunes.
"Creo que los jóvenes tenemos mucho que aportar. No se puede analizar cada cargo en solitario, somos un equipo y es bueno armar un equilibrio que combine juventud, experiencia, capacidades técnicas y políticas, para poder entender mejor los problemas y buscar soluciones", dijo Sande al matutino.
La Tercera complementa indicando que el ex líder FEUC fue entrevistado por el propio Varela para el cargo y agrega que otro gremialista, el ingeniero civil Andrés Justiniano, asumirá como jefe de gabinete la Subsecretaría de Educación, que liderará Raúl Figueroa.
"Tanto Sande como Justiniano son cercanos a uno de los representantes de la disidencia de la UDI, el diputado Jaime Bellolio. El primero, de hecho, se desempeñó como su jefe de campaña en las pasadas elecciones parlamentarias y ha apoyado su labor legislativa en el Congreso", aporta La Tercera.
"Nunca he adherido a una marcha de la Confech"
Cabe recordar que Ricardo Sande ganó la presidencia de la FEUC en 2014, tras seis años de hegemonía de la Nueva Acción Universitaria (NAU, de Giorgio Jackson), y lo hizo con un discurso crítico de las marchas y del "monopolio del centro y la izquierda" en la discusión educacional.
"Nunca he adherido a una marcha de la Confech", dijo tras ganar la elección, y en mayo de 2015, luego de participar de mala gana en algunas manifestaciones, fue removido de la vocería de la organización universitaria.
Su arribo al Mineduc fue mal considerado por la ex presidenta de la FECh Camila Rojas, diputada electa de la Izquierda Autónoma: "El perfil de las futuras autoridades refleja lo que cree el nuevo Gobierno en educación: que se trata de un bien de consumo".
"Lo relevante entonces es cómo logramos desde el mundo social presionar cambios al sistema educativo que aseguren la educación como un derecho", comentó la futura legisladora del Frente Amplio.
