El futuro ministro de Educación, Gerardo Varela, prometió desarrollar una gestión abierta "a escuchar y dialogar", llamó a sus "detractores" a conversar y trabajar juntos, y advirtió la eventual necesidad de "perfeccionar" las leyes de la reforma educacional impulsada por la Presidenta Michelle Bachelet.
Al igual como lo hizo hace dos días Juan Andrés Fontaine, Varela utilizó hoy las páginas de El Mercurio para delinear algunos de los énfasis de su labor y aprovechar de despedirse de su labor de columnista de dicho medio, a propósito de sus inminentes responsabilidades en el Poder Ejecutivo.
"Es un honor dedicar una parte de mi vida a colaborar, desde el Ministerio, con la noble tarea de nuestros docentes de educar al prójimo", dijo el abogado, agradeciendo "por la confianza" de Sebastián Piñera.
"Leyes de una ambición y complejidad con pocos precedentes en nuestra historia"
El próximo titular del Mineduc reflexiona en su escrito que "en los sesenta la lucha política chilena se dio en torno a la propiedad de la tierra; en los ochenta, por los derechos humanos, y en esta década, en torno a la educación".
"Como enseña el Eclesiastés hay un tiempo para cada cosa, un tiempo para sembrar y otro para cosechar. El Congreso ha aprobado tres leyes de una ambición y complejidad que tienen pocos precedentes en nuestra historia. Es hora de implementarlas, porque como en todas las leyes, cuando se aplican a la realidad, surgen problemas que hay que corregir y mejorar, o se detectan vacíos y omisiones que llenar", advierte.
En Chile "ya se ha legislado sobre los temas de inclusión, lucro y financiamiento. Ahora corresponde perfeccionar esas leyes, si es necesario, para conciliarlas con el programa ganador"; el de Sebastián Piñera, porque "será una pésima inversión para el país regalar educación que no mejore las habilidades intelectuales, el conocimiento y la empleabilidad de nuestros jóvenes".
"La educación es un derecho que nuestra Constitución recoge desde 1833. El Congreso ha decidido que sean todos los chilenos los que financien la educación universitaria, conforme a las posibilidades económicas del país. Los ministros el 11 de marzo juraremos defender y hacer cumplir la Constitución y la ley. Yo me propongo honrar ese juramento", sostiene.
Heredero de Vicuña Mackenna, Bello y Lastarria
"A mis detractores los invito a conversar para mejorar la educación chilena. A mis partidarios los invito a trabajar para que el Gobierno del Presidente Piñera sea recordado por un salto adelante en la formación de nuestros niños y jóvenes. A los alumnos, profesores, padres y apoderados y a todos los que trabajan o les importa la educación, sepan que habrá un Ministerio abierto a escuchar y dialogar", escribe Varela.
"A los que me acusan de liberal, les digo que tienen razón, quisiera ser un heredero del legado intelectual de Vicuña Mackenna, Andrés Bello y José Victorino Lastarria, de quien soy la cuarta generación en llevar su nombre. Mi abuelo, a quien rindo un homenaje, fue parte de los gobiernos radicales que entendieron que gobernar era educar. Esa impronta corre por mis venas", asegura en la columna.
La provisión mixta "no va a cambiar"
Varela también recuerda que "la provisión y financiamiento de la educación chilena ha sido siempre pública y privada".
En este sentido, entiende que "en Chile no sobra nadie que quiera dedicar su vida, trabajo o patrimonio a educar a los demás" y "eso no va a cambiar, salvo para asegurar la sustentabilidad y mejora de la actividad".