El titular de Justicia afirmó que si no se atacan las causas de la delincuencia, Chile podría llegar a recluir al dos por ciento de su población y aún no solucionar el problema.
Una cuota de calma en la discusión sobre la delincuencia y su represión puso el ministro de Justicia, Isidro Solís, quien consideró que la sociedad pone demasiado énfasis en encarcelar a los delincuentes, sin poner acento en la prevención de los delitos, que son sólo una consecuencia de otras situaciones.
En entrevista con El Diario de Cooperativa, Solís reconoció que aunque sea algo "impopular en la discusión pública", considera que "estamos abusando del recurso de la sanción penitenciara como sociedad".
"Esto no es una solución al largo plazo, en Estados Unidos ya hicieron este experimento y los Estados Unidos llegó a tener, en un determinado momento, más de dos millones de presos. Llegó en algún momento a acercarse a tener el uno por ciento de la población de ese país en las cárceles, y en definitiva el delito no desapareció, disminuyó, bajó de peligrosidad, lo controlaron, pero no desapareció, a un costo económico que era enorme", detalló.
El abogado radical añadió que "si nosotros quisiéramos repetir la experiencia de Estados Unidos en esas materias de seguridad pública, en definitiva vamos a tener que construir cárceles para 160.000 personas".
"Una explosión de esa naturaleza no tendría una posibilidad de controlarse, por lo tanto, si no hacemos lo que uno debería hacer, que es atacar las causas del delito, las causas de la violencia en la sociedad, o sea, lo que estamos tratando de hacer con la reforma de la responsabilidad penal adolescentes; entender que el delito es un producto y una consecuencia de algo", explicó Solís.
Para el secretario de Estado, por ello el país debe avanzar en "sistemas escolares mucho más intensivos", para evitar la deserción; así como en programas contra la drogadicción y de apoyo laboral y social para los reos que salen de los penales.
"Vamos a meter preso al uno por ciento de los chilenos, al dos por ciento de los chilenos, y al final el tema del delito no lo vamos a controlar mientras no ataquemos las causas", sentenció el ministro de Justicia.
Hay confusión sobre los Tribunales de Garantía
El ministro de Justicia reiteró su irrestricta confianza en las virtudes de la Reforma Procesal Penal y señaló que hay poca claridad sobre el trabajo de los Tribunales de Garantía, que aparecen como los responsables de las rápidas libertades de los delincuentes.
"Aquí se ha hecho una confusión muy grande entre lo que son las etapas de control de detención y lo que es el juzgamiento propiamente tal", explicó Solís, quien recordó que son los Tribunales Orales los que definitivamente condenan a los antisociales, proceso que está resultando muy expedito.
Por ello, enfatizó que "el sistema está probando ser eficaz, hay que darle una oportunidad al sistema para que de verdad se instale (...) si volvemos atrás vamos a terminar con el procedimiento inquisitivo que teníamos, que ese sí que era una verdadera puerta giratoria (para los delincuentes)".
Finalmente, consultado por el robo registrado en la casa de descanso del presidente de la Corte Suprema, Enrique Tapia, que en un día estaba aclarado policialmente, Solís dijo que "si los detuvieron sólo porque robaron la casa del presidente de la Corte Suprema, diría que eso no fue así".
"Un robo en un sector campesino, poco habitado, donde todo el mundo se conoce, con delincuentes bastante inexpertos, que dejaron todo lleno de huellas (...) normalmente la realidad del robo rural a la realidad del robo urbano tiene características distintas", concluyó. (Cooperativa.cl)
