La medida impedirá que residentes de sectores urbanos de Queilén beban el agua con altos niveles de cloruro de sodio.
La municipalidad no descarta que el problema sea un daño colateral del terremoto de 2016.
La autoridad sanitaria de la Región de Los Lagos amplió la restricción del consumo de agua potable en determinadas zonas de la comuna de Queilén en Chiloé.
Se trata de una medida de emergencia decretada hace un tiempo por altos niveles de cloruro de sodio en el líquido disponible en el sector y que esta semana se extendió al radio urbano.
Los habitantes de la comuna solo tienen permitido el uso doméstico del agua que llega a sus casas, pero no pueden consumirla.
Desde hace varios meses la filtración del mar en las napas subterráneas obliga a los vecinos a abastecerse de agua potable a través de camiones aljibes financiados por la municipalidad, a la espera de una solución definitiva.
Cristián Araneda, jefe de la autoridad sanitaria en la provincia, reconoce que ante esta situación "el comité (de agua potable rural) tiene que implementar una serie de medidas y eso es lo que está trabajando junto con el municipio y junto con el Gobierno Regional".
Respecto a la causa de estas continuas filtraciones, Marcos Vargas, alcalde de Queilén, no descarta que se trate de un daño colateral del terremoto que sufrió la región en 2016.
"Nadie te puede decir con certeza a partir de todos los estudios que se han hecho que sea la única causa, pero evidentemente hay salinidad en el agua. Seguramente hay filtraciones en el agua y en las redes y en las cañerías del agua potable por el terremoto de diciembre del año 2016, y porque también este sistema lleva 40 años", aseveró.
Queilén es una de las dos comunas de Chiloé que no dispone del servicio de una empresa sanitaria, y en su lugar el comité de agua potable rural abastece a esa comunidad.
Este lunes se efectuará una reunión con las autoridades de Salud y la Gobernación para agilizar la gestión que implicará una inversión millonaria en este servicio básico.
