Luego de que ocho sismos se sintieran en el Norte Grande nuestro país alcanzando magnitudes de hasta 5,8 Richter, las autoridades de sismología y la Onemi si bien valoraron la prontitud de información acerca de lo sucedido, a su vez admitieron algo de desconcierto por la prolongación de los movimientos.
Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional, no ocultó cierta desazón por la prolongación de la ola de sismos, lo cual según dijo no podría encasillar si pertenece a réplicas de lo ocurrido el domingo pasado frente a las costas de Iquique.
"Estamos un poco confundidos también porque esta secuencia se ha extendido un poco más allá en el tiempo de lo que uno podría esperar para un temblor de magnitud 6,7 que fue el que ocurrió la semana pasada", afirmó el sismólogo.
Barrientos junto con recordar que el día miércoles también tuvieron lugar nuevos movimientos, sostuvo que la evaluación "sólo se va a poder ver más adelante una vez que tengamos toda la secuencia y determinar si puede ser considerada precursora inminente o precursor más bien general dentro del acomodamiento de placas en la región".
Por su parte el director de Onemi, Ricardo Toro, dio a conocer el informe oficial respecto de lo ocurrido la mañana de este sábado en el norte, valorando que se haya mantenido la normalidad y la rápida respuesta para descartar una posible evacuación por tsunami.
"Han ocurrido tres sismos de mediana intensidad, otros cuatro de menor intensidad y otros no perceptibles. No ha variado en absoluto la condición de normalidad y se ha descartado oportunamente antes de los 9 minutos la situación de tsunami, que sería lo más grave en el caso de este tipo de sismos", sostuvo la autoridad.
Los expertos coincidieron en llamar a la calma de la población y estar preparados para el caso de emergencias de esta naturaleza.
La intensificación de la actividad sísmica en el extremo norte del país ocurre cuando aún no se olvida lo sucedido durante el pasado fin de semana, cuando 85 mil personas debieron ser evacuadas en al menos tres regiones debido a una alerta de tsunami decretada por el Shoa tras un temblor de 6,7 grados Richter.