Un grupo de cerca de 30 personas se tomó la calle Isabel Riquelme en la comuna de San Joaquín y ocupó la empresa Azeta en que trabajaba el asesinado dirigente sindical Juan Pablo Jiménez.
El sindicalista de 36 años murió en las dependencias de esa compañía a causa de una herida a bala el 21 de febrero de este año y en primera instancia la PDI planteó la hipótesis de que había sido impactado por una "bala loca", que habría llegado desde la población La Legua.
Al cumplirse nueve meses de su homicidio, los manifestantes exigieron justicia con el bloqueo del tránsito en Isabel Riquelme, para lo que usaron rollos de cables que sacaron desde la misma empresa donde se produjo el crimen, la que fue ocupada temporalmente.
El único formalizado por este asesinato es un joven de 16 años que fue detenido precisamente en la población La Legua, aunque la familia de la víctima duda de su culpabilidad.
"Es una manera de presionar"
Nancy Garrido, madre del dirigente sindical asesinado, dijo que "es una manera de presionar, que alguien se haga cargo. Que cambien el fiscal, no sé, pero alguien tiene que hacerse cargo. No podemos dejar como familia que el crimen de mi hijo quede impune".
"El joven que tienen detenido no tiene nada que ver; la bala salió de adentro de la empresa. Eso lo confirmó el perito particular. Tenemos la verdad en la mano. Algo se esconde porque no quieren investigar. Ni el Gobierno ha hecho nada. La señora Matthei fue solo para la pantalla, para la televisión. Nada más. No han investigado nada. Ni siquiera han pedido la carpeta", afirmó.
Esta versión fue respaldada por el experto balístico de la empresa SAB Francisco Pulgar, quien efectuó peritajes en forma privada: "Se pudo acreditar que el alcance máximo de la bala es de 780 metros y que la bala es incapaz de recorrer lo que ellos indican. El otro punto es el rebote en la reja: no corresponde la deformación que presenta la bala con un rebote".
Según el especialista, el disparo "pudo ser hecho desde el interior de la empresa. Tenemos dos trayectorias posibles: a 1,46 metros y a 1,50 metros, a la altura de un tiro rasante desde el interior de la cancha de baby fútbol".
Ocho detenidos
La manifestación terminó con la intervención de Fuerzas Especiales de Carabineros, señaló el capitán Marcelo Bahamondes, indicando que se detuvieron a ocho personas "todos varones: seis adultos y dos menores de edad".
"Tratando Carabineros de dialogar a objeto que depusieran su actitud, no hubo respuesta positiva por parte de estas personas y luego Fuerzas Especiales insistió por altavoces, no siendo acatadas las instrucciones, hubo la obligación de proceder para restaurar el orden público", dijo el funcionario policial.
Y la vocera de la ACES, Isabel Salgado, acusó que por parte de la policía "hubo claramente una acción de desintegrar esta manifestación que era sumamente pacífica y aún así se llevaron a varios compañeros detenidos".
FF.EE. detuvo a varios manifestantes (Foto: Patricio Chacur / Cooperativa)