El obispo de Rancagua y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, volvió a expresar su preocupación por la inequidad de la sociedad chilena y, tal como hizo años atrás, enfatizó la necesidad de un "sueldo ético" que cree debería llegar a 400 mil pesos.
En una entrevista que concedió al equipo de Comunicaciones de la Iglesia de Santiago, el religioso se refirió a que pasaron casi una década para que el país lograra un sueldo mínimo de 250 mil pesos, la cifra que él planteó y generó un amplio debate político y económico.
"Este es un país poco equitativo. Pocos ganan mucho y muchos ganan poco. La cifra (250.000 pesos) que salió hace nueve años fue simbólica. El mínimo en ese entonces era cercano a los 150 mil, pero yo recuerdo que salía al supermercado a hacer las compras del mes y veía que el carrito se llenaba con cosas sencillas y elementales. Pagaba cerca de 100 mil pesos, entonces me preguntaba: ¿Cómo es posible que la gente pueda vivir?", se preguntó.
Para Goic, "en ese contexto puse una cifra simbólica que según los expertos fue la que suscitó el debate. Si no hubiera puesto una cifra, no pasaba nada".
"Si uno aplica el IPC y todas las alzas, ya se quedaron cortos los 250 mil. El problema de fondo en este país es cómo superamos esta codicia que existe y cómo somos capaces de comprender que para que haya una sociedad tranquila, en paz y justa, tenemos que ser una sociedad más distributiva de los bienes", enfatizó.
El obispo explicó: "Si yo soy empresario y a mi empresa le va bien ¿por qué le va bien? Porque tengo trabajadores responsables y profesionales, gente que contribuye al desarrollo de mi empresa".
Nuevo sueldo ético: 400 mil pesos
"Voy a dar una cifra, aunque esa quizá sería tarea de los expertos, pero yo creo que cerca de 400 mil debería ser el nuevo sueldo ético, con el alza de la vida en estos cerca de diez años", detalló.
En la conversación -que publica el periódico Encuentro- Alejandro Goic dijo que "ese es un cálculo que hay que hacer, con cuánto dinero puede vivir una familia con dignidad, pero sin duda que 250 mil ya es muy poco".
Goic, quien en marzo cumplió 50 años de sacerdocio, apuntó a que el ingreso de un trabajador debe satisfacer "las necesidades básicas de las personas, que son alimentación, vivienda, salud y educación".
"En este país a veces hay bonos que los gobiernos ofrecen como una especie de subsidio y, claro, es bienvenido el bono porque ayuda, pero lo curioso es que hay mucha gente que trabaja y con el fruto de su trabajo no alcanza a cubrir los gastos. Uno esperaría que el sueldo logre satisfacer las necesidades fundamentales", añadió.
Las definiciones de Goic
+ Educación: Que las personas que tienen capacidades para estudiar profesionalmente, y que quizá no cuenten con los recursos, puedan acceder a la educación, sin duda es un avance.
No estoy muy de acuerdo que la educación sea gratuita para los más ricos, pero ¿quién podría estar en desacuerdo con que la gente más humilde pueda acceder a las universidades y tener un título profesional.
+ Reforma laboral: Falta una reforma laboral que coloque en un pie de cierta igualdad de negociación a los trabajadores y empresarios, justamente para superar muchas de estas injusticias que hemos constatado en el diálogo.
Lo que creo que es fundamental en esta reforma y, bueno, en todas las reformas que está impulsando el Gobierno, es realmente escuchar a todas las partes, porque son reformas que van a tener una incidencia en la vida por muchos años.
+ Delincuencia: Cuando uno conversa con la gente, este es uno de los primeros problemas sociales que destacan. Hay cierta inseguridad y temor. Me preocupa algo que creo que no se la ha dado la importancia que merece: Hay cerca de 600 mil jóvenes entre 18 y 28 años que ni estudian ni trabajan.
Ese es un tema de fondo, porque muchos de los que delinquen son ellos. O sea: ¿qué les está ofreciendo la sociedad chilena a esos 600 mil jóvenes? En la delincuencia encuentran una respuesta a sus necesidades.
+ Inmigración: No siempre somos tan acogedores. Pienso que los inmigrantes nos enriquecen, y lo digo por experiencia personal. Magallanes creció y se ha desarrollado gracias a los inmigrantes.
Acojamos a estas personas. Para un creyente, todo hombre y mujer, donde haya sido el país que haya nacido, es un hermano, es un hijo de Dios.
+ Debate constitucional: Tiene que hacerse, a mi modo de ver, con una gran participación, porque es la ley fundamental de la República. Aquí no puede ganar el 51%.
Superemos los ideologismos. Yo no soy experto, pero hay que buscar caminos para que respetando la historia y la tradición de este país, puedan escucharse todas las voces. Esto hay que hacerlo, pero con calma.