"Es lejos el plan más relevante que ha tenido la ciudad de Santiago desde su fundación", dijo el director del laboratorio "Ciudad y territorio".
Añadió que debe "empezar a complementarse con otros sistemas de transporte".
Problemas de frecuencia, atrasos, grandes aglomeraciones en paraderos y estaciones de Metro, fueron una constante durante los primeros meses.
Este lunes se cumple un nuevo aniversario del Transantiago, controversial sistema de transporte no exento de polémicas y que comenzó su puesta en marcha hace siete años.
Problemas de frecuencia, atrasos, grandes aglomeraciones en paraderos y estaciones de Metro, fueron una constante durante los primeros meses del plan de transporte metropolitano, y un dolor de cabeza para el Gobierno de la entonces presidenta Michelle Bachelet.
El cambio desde las antiguas micros amarillas a las modernas cuncunas, con recorridos troncales y locales, fue complejo. Sin embargo, actualmente el sistema parece estar asimilado por los pasajeros capitalinos.
Según el director del laboratorio "Ciudad y territorio" de la Universidad Diego Portales, para Genaro Cuadros, el desafío para Transantiago es avanzar hacia un sistema integral, que se complemente con otros medios de transporte.
"El plan Transantiago es, lejos, el plan más relevante que ha tenido la ciudad de Santiago desde su fundación. Es un plan que debía implementarse. Tú tienes un sistema de transporte que relativamente funciona y cubre ampliamente la Región Metropolitana y debe empezar a complementarse con otros sistemas de transporte", aseguró.
Cuadros añadió que "debe hacerlo con el Metro de mejor forma, debe hacerlo con otros sistemas de transporte más suaves".
A siete años de la implementación del Transantiago, se han realizado numerosos cambios enfocados en mejorar el servicio y las reacciones son variadas. Mientras algunos pasajeros valoraron las mejoras que ofrecen actualmente los buses del servicio, otros creen que nada ha cambiado y siguen siendo perjudicados.
"Metro víctima de su propio éxito"
Los usuarios del Metro de Santiago también se han visto afectados por esta reforma a la locomoción capitalina. Atochamientos en las estaciones durante horarios punta, trenes repletos, lanzazos e incluso agarrones, son parte del día a día del tren subterráneo.
El ingeniero civil experto en sistemas de transportes de la Universidad Católica, Juan Carlos Muñoz, indicó que la clave para descongestionar el Metro es mejorar los problemas de frecuencia y regularidad de los buses.
"Metro, en mi opinión, es víctima de su propio éxito. De alguna manera, la gente tiene un mal nivel de servicio en la punta, en la mañana, en algunos puntos del sistema porque es tan bueno el servicio en términos de rapidez, en términos de accesibilidad, que la gente está dispuesta incluso a tolerar los molestos niveles de apretamiento del Metro", comentó.
Manifestó que "si nosotros podemos mejorar el sistema de buses, de paso vamos a darle una mano al Metro en los términos de la cantidad de gente que usa el Metro simultáneamente".
Disminución en la evasión
Además de los problemas de frecuencia y regularidad, uno de los principales desafíos del Transantiago ha sido reducir la cantidad de pasajeros que no pagan su pasaje. A través de intensas campañas publicitarias y un aumento al sistema de fiscalización, la evasión se sitúa en un 20 por ciento, registrando su nivel más bajo en los últimos 30 meses.
El "Plan tolerancia cero a la evasión" aplicado por la operadora de buses Alsacia Express en alianza con el Grupo Alto, ha significado un aumento en las multas cursadas y fiscalizaciones realizadas.
La abogada de Alto Evasión, Francisca Mora, explicó que "estas campañas lo que buscan es hacer un llamado de atención que sea directa a los usuarios. En general, estas campañas están dirigidas a los usuarios que no pagan, a los evasores".
"Queremos también hacer un cambio cultural en los evasores para que ahora empiecen a tomar conciencia de que su pago de la tarifa del Transantiago va a ayudar a que el sistema será mejor", concluyó.
