Dos individuos, coordinados telefónicamente con el intento de reocupación de los terrenos del sector oriente, se prendieron fuego en la sede de Unicef y en la residencia del embajador noruego.
Dos personas se quemaron a lo bonzo en protesta por el desalojo que realizó Carabineros de los cerca de 350 ex pobladores que intentaron reocupar la ex Toma de Peñalolén.
La mañana de este jueves, al mismo tiempo que eran retomados los terrenos que alguna vez pertenecieron al empresario Miguel Nasur, dos grupos ingresaron a la sede del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en calle Isidora Goyenechea, en Las Condes, y a la residencia el embajador de Noruega, respectivamente.
Entre quienes ocuparon la representación del país escandinavo se encontraba José Luis Flores, quien tras conocer del fracaso de la retoma se prendió fuego, tal como había advertido.
Al mismo tiempo, entre quienes estaban en las dependencias de Unicef, se quemó a lo bonzo, por los mismos motivos, Rodrigo Corbalán, quien en cualquier caso alcanzó a herirse sólo en uno de su hombros, debido al rápido actuar de guardias. Sin embargo, Carabineros asegura que no se alcanzó a quemar y está solo intoxicado por inhalación de combustibles.
De acuerdo a versiones preeliminares, uno de ellos fue llevado inicialmente a la ex Posta Central, donde no fue atendido debido al paro que llevan adelante sus funcionarios, por lo que ahora está en la sala de urgencias del Hospital Salvador.
La coordinación entre ambos grupos y lo que ocurrió en Peñalolén quedó en evidencia luego que en ambos lugares se entregara un comunicado público firmado por Flores y Corbalán, en que señalan que sus acciones estuvieron motivadas por la desproporcionada fuerza de la intervención de Carabineros contra los ex pobladores de la toma.
José Luis Flores es un reconocido activista que lideró la toma Esperanza Andina, hace 10 años, y que actualmente no tiene problemas habitacionales, aunque afirma que estas manifestaciones son la forma de exigir una solución para otros afectados.
El liderazgo del dirigente fue defendido por el poblador Víctor González, quien negó que haya un supuesto interés detrás.
"Yo se el punto al que va usted (el periodista), porque (Flores) es una persona que dicen que 'tiene dinero', pero ¿por qué los demás que tienen dinero no lo hacen?", indicó.
"Si ustedes me están diciendo que él ha hecho su plata a costillas de esto, es cosa de revisar la prensa nomás", agregó.
En la sede de Unicef aún permanece un grupo de ex pobladores, entre ellos Marcelo Sepúlveda, que amenaza con quemarse, en solidaridad con sus compañeros, ya que él no tiene problemas de vivienda.
El representante de Unicef en Chile Egidio Crotti, aseguró que atenderán a los ocupantes como "predicamos a todo el mundo, (con) trato humanitario", por lo que los han ayudado con agua y comida, y además descartó la posibilidad de pedir el desalojo. (Cooperativa.cl)
