Tres pobladores de la toma de Peñalolén llevan 17 días en huelga de hambre

Diecisiete días en huelga de hambre llevan tres pobladores de la toma de Peñalolén en representación de más de 150 familias que exigen no ser desalojados de la ocupación hasta acordar una solución habitacional definitiva con el Gobierno.

Pertenecientes al comité de allegados "No nos moverán", pretenden quedarse en los terrenos hasta que logren una solución habitacional definitiva.

En principio, todas las familias debían haber abandonado los terrenos el 15 de mayo, pero debido a los problemas que han habido con algunas de las nuevas viviendas a las que han sido trasladas las personas, el plazo fue extendido por las autoridades.

Por ello, no existe una fecha límite, pero los habitantes que aún quedan en la toma deberán irse del lugar en el corto plazo, pues comenzará la construcción del Parque Público Comunal de Peñalolén.

Ricardo González, dirigente del comité, explicó que manejan un proyecto que se emplazaría en Batuco, con los terrenos ya vistos, y que sólo hace falta que las autoridades den luz verde al cambio del uso de suelo del lugar.

González, uno de los tres pobladores en ayuno, sostuvo que la posibilidad de mantenerse en el lugar por el momento no es una locura pues el parque que proyecta la autoridad en el sector demorará en concluirse.

"El parque este no se va a hacer de un día para otro ni un mes para otro. Creo que se va a demorar varios años en terminarse, y por qué no toda la gente que está acá en el campamento podemos formar proyectos habitacionales", dijo González.

Por ahora, los pobladores que se mantienen en huelga de hambre, refugiados en una sede social ubicada al interior de la toma, tienen sus esperanzas puestas en una reunión que sostendrán el miércoles 15 de junio con autoridades del Serviu, donde esperan tener respuestas a sus demandas.

Pobladores se sienten abandonados

Son cientos de familias las que aún esperan una solución habitacional en la "Toma de Peñalolén". Viven entre restos de mediaguas derrumbadas y el barro que dejó la lluvia y las alcantarillas de las viviendas que han dejado quienes ya se fueron.

Muchos de ellos están a la espera de que el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) les informe si es que accederán a su casa propia.

Sin embargo, varios se sienten abandonados pues algunos antiguos dirigentes ya no se ocuparon de ellos cuando recibieron sus propias soluciones habitacionales.

"Nosotros teníamos el dinero y estábamos inscritos en el Serviu, y éramos antiguos, por eso nos dieron solución, pero hay mucha gente que está tres ó cuatro años y no tienen solución, que no está inscrita en el Serviu", dijo José Bucarey culpando de ello a algunos dirigentes.

Incluso hay rumores respecto de pobladores que cancelaron entre 200.000 y 400.000 pesos a algunos dirigentes para acceder a un cupo por la casa propia.

El vocero del comité "No nos moverán" reconoció haber escuchado este tipo de casos, pero aseguró que no maneja antecedentes concretos.

En otro caso Javier, joven que fue padre hace dos meses, volvió a la toma quedándose en casa otro miembro del comité pues denunció que tuvo que desalojar su propia mediaga ante amenazas de no darle una solución habitacional a su hermano si es que él no dejaba la toma.

"Amenazaron a mi hermano (diciéndole) que si yo no salía del lugar no le dan la casa. Yo tenía que irme del campamento, fue la única opción, no podía joder a mi hermano, y salí. Tuve un niño recién nacido. Un compañero del comité me llamó (para que se fuera) aquí, a su casa", dijo Javier.