El primer astronauta chino no quería regresar a la Tierra

Yang Liwei, primer hombre chino en viajar al espacio no deseaba regresar a la Tierra, pues "las vistas eran extraordinarias". Al recordar su paso sobre el Polo Norte y la imposibilidad de ver la Gran Muralla china desde el espacio, el astronauta de 38 años y teniente coronel de Ejército Popular de Liberación (EPL), declaró que le hubiera gustado "haber estado más tiempo en órbita, pues la Tierra desde fuera es increíblemente bella".

Sin embargo, tras el despegue en la nave Shenzhou V (Nave Divina), pasó más de una hora hasta que pudo acostumbrarse a la ingravidez y observar el planeta azul desde la ventanilla.

"Aunque el paisaje en el exterior era magnífico, tuve que concentrarme en la misión", dijo Yang, héroe nacional tras haber circunvalado el planeta 14 veces.

Parte de su tarea consistió en apuntar con detalle su experiencia "en beneficio de los futuros astronautas chinos", por lo que muchas de sus actividades estaban directamente controladas por el Centro de Control y Mando Espacial de Pekín.

"Intenté dormir según el horario establecido, pero me fue imposible porque no estaba cansado, aunque lo más difícil para mí resultó comer ante la atenta mirada de cientos de personas", comentó Yang.

Entre los objetos que hicieron compañía a Yang durante las 21 horas que duró la misión espacial se encontraba una bandera nacional china, una de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, otra de las Naciones Unidas (ONU), un billete de "renmimbi" (yuan), sellos y sobres conmemorativos de su hazaña y semillas de pimientos verdes y tomates cedidas por Taiwán.

"La reentrada fue lo más difícil, ya que sentir de nuevo el peso de la gravedad me cortó la respiración durante unos segundos, experiencia por la que no había pasado durante los cinco años de duros entrenamientos", dijo Yang ante la prensa. (EFE)