Se deben extremar las precauciones frente a los trajes inflamables, las máscaras que obstaculizan la visión y los disfraces largos que pueden provocar caídas.
Se acerca la fiesta de Halloween, una celebración foránea que cada vez se vuelve más popular en Chile, particularmente en familias donde los niños la toman como una instancia de diversión.
Sin embargo, es importante que los padres tomen ciertos resguardos para prevenir accidentes.
Según comenta el director de la escuela de Prevención de Riesgos del Instituto Profesional Santo Tomás Concepción, Alejandro Bianchi, "todos los materiales utilizados en la confección de disfraces son, según análisis de laboratorios, altamente inflamables. Por eso, al comprar máscaras, pelucas y trajes se deben extremar las medidas de seguridad de quien está en contacto con estas telas".
Bianchi agrega que se trata de materiales muy sintéticos y que por lo mismo pueden inflamarse con facilidad. "Es frecuente que mientras acompañe a pedir dulces a los niños, el adulto fume. Basta que una chispa o la ceniza de cigarro encendida alcance una capa o una peluca para que ésta genere combustión".
Buena visibilidad
El mercado ofrece productos para todas las tallas, permitiendo que incluso los más pequeños puedan vestirse como fantasmas o vampiros. "En los niños se debe tener la precaución de que no utilicen máscaras que cubran todo el rostro, grandes sombreros o que éstos tengan tules sobre sus caritas. Telas u objetos pueden obstruir las vías respiratorias e impiden que tenga buena visibilidad, causando caídas, más aun si es que llevan trajes largos, y obstaculizan que vean si un auto se acerca, corriendo riesgos innecesarios, el disfraz en su conjunto permita la buena movilidad o el caminar del niño", argumenta el académico del IP Santo Tomás.
Agrega que se debe considerar cubrir muy bien los alambres o varitas plásticas; que no presenten puntas o superficies que raspen la piel.
Preocuparse del uso de elásticos o apretar mucho alguna extremidad que impida una buena circulación de la sangre, si se "duerme" el brazo o pierna después de un rato, hay que aflojar o sacar el disfraz.
Se recomienda que las lentejuelas, brillos o telas con volumen o texturas no estén en contacto directo con la piel, los accesorios que no presenten puntas o filos que al jugar puedan dañar a otros niños.
Cuidado con el maquillaje
Respecto a los "pintacaritas", el experto recomienda que los padres revisen el etiquetado de cada producto, pues algunos de ellos podrían tener componentes que no son cosméticos y dañar la piel. "Recordemos que la piel de los niños es más delicada y sensible que la de los adultos, por eso se recomienda utilizar alguno que tenga componentes hipoalergénicos y retirar el maquillaje antes de que se duerma", explica Bianchi.
Además recomienda evitar aquellos que dicen ser a prueba de agua porque esos son los más difíciles de remover y pueden causar irritación. No usar productos que no han sido diseñados para este objetivo, por ejemplo, las máscaras de pestañas para pintar la piel.
Finalmente, Alejandro Bianchi recomienda a quienes recolectarán y entregarán dulces en este Halloween, compren productos masticables, de un buen tamaño y fáciles de digerir. Pastillas y dulces pequeños pueden quedar atorados en las vías respiratorias de los niños, causando asfixias.
