El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció estar siendo objeto de un "insólito" exhorto de parte de la Comisión de Derechos Humanos del Senado para poner fin a las críticas contra su presidenta, la UDI Jacqueline van Rysselberghe.
Según explicó el organismo en su página web, la instancia parlamentaria le envió una carta señalándole que "el honorable senador Manuel José Ossandón hizo presente su molestia por los insultos verbales de que fue objeto" Van Rysselberghe durante una sesión efectuada el 9 de diciembre en el Congreso Nacional.
"La Comisión acordó dirigirse a usted a objeto de presentarle este hecho y de manifestarle que no se aceptará este tipo de actos y que debe mantener una actitud respetuosa en el Congreso Nacional. Dios guarde a usted", expresa la misiva.
La versión de los hechos referida por el propio Movilh señala que en dicha sesión su ex presidente Rolando Jiménez acusó a Van Rysselberghe de "humillar a la población transexual" por haber conseguido que la Ley de Identidad de Género pasara a la Comisión de Constitución, postergando su votación en la Sala de la Cámara Alta.
"¿Hasta cuándo usted boicotea la Ley de identidad de Género? Póngase cinco minutos en los zapatos de la población transexual que vive a diario a situaciones de brutal discriminación en acceso al trabajo, a la salud, a la educación, etcétera... Usted es una vergüenza para este Congreso", dijo Jiménez encarando a la senadora gremialista.
Tras esto "lo que me respondió la senadora fue que era un terrorista. Es decir, no sólo me insultó, sino que me adjudicó un delito. Por tanto, la queja de la Comisión de Derechos Humanos es doblemente grave", reclamó Jiménez en un comunicado del Movilh.
Rolando Jiménez reconoce que calificó a la senadora como "una vergüenza", pero alega que ésta lo llamó "terrorista". (Foto: Agencia UNO)
"Abuso de poder"
El organismo exigió públicamente a la Comisión de Ética "que investigue estos hechos" y que "aclare cuáles fueron los insultos" referidos.
"Sólo ello permitirá saber si el sentido (...) busca restringir la libertad de expresión y la posibilidad de manifestar desacuerdos políticos con una parlamentaria, aspecto contrario a la democracia, a la Constitución y a la ética, que refleja un abusivo y amenazante abuso de poder".
"Aquí Van Rysselberghe está abusando de su calidad de presidenta de la Comisión para, en alianza con Ossandón -otro opositor de la Ley de Identidad de Género- silenciar y censurar toda crítica contra su quehacer, calificando antojadizamente de insultos a la protesta legítima de la sociedad civil", alegó el Movilh.
"Las épocas donde las autoridades indicaban a la sociedad civil qué decir o hacer, así como cuándo y dónde expresarse, ya pasaron y son propias de regímenes dictatoriales. Frente a la leve sospecha de su ocurrencia al interior del Congreso Nacional, estimamos es deber de la Comisión de Ética al menos investigar estos hechos", finalizó el Movimiento.