Consulado danés en Beirut también cayó presa del fuego musulmán

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Autor: Cooperativa.cl

"No hay más Dios que Alá y Mohamed (Mahoma) es su profeta", gritaban miles de creyentes islámicos en la capital libanesa, en torno al edificio en llamas.

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Manifestantes libaneses se sumaron a las protestas por la publicación en Europa de las caricaturas sobre Mahoma e incendiaron el consulado danés en Beirut, un día después de la quema de las embajadas de Chile, Dinamarca, Suecia y Noruega en Damasco, capital de Siria.

 

"No hay más Dios que Alá y Mohamed (Mahoma) es su profeta", corearon miles de manifestantes que se congregaron alrededor del edificio del consulado en llamas, que estaba vacío ya que el personal diplomático lo había abandonado el pasado sábado.

 

Según testigos, varios manifestantes resultaron heridos en los enfrentamientos con las fuerzas antidisturbios.

 

Además del edificio del consulado, los manifestantes también incendiaron varios vehículos particulares y del Ejército libanés.

 

La protesta, en la que participaron unas 10.000 personas, comenzó en la mañana del domingo en el céntrico barrio de Achrafieh, donde los congregados arrojaron piedras contra las fuerzas que acordonaron la zona para impedir que los manifestantes se acercasen al consulado de Dinamarca.

 

La manifestación había sido convocada por la Campaña Nacional de Defensa del Profeta Mahoma, integrada por varios grupos islámicos, que instó a los musulmanes a protestar de forma pacífica ante la sede diplomática danesa.

 

Según los testigos, efectivos de la policía y del Ejército habían instalado un importante cordón de seguridad para impedir a los congregados acercarse a más de 300 metros de la oficina diplomática danesa.

 

Los agentes antidisturbios emplearon gases lacrimógenos, agua a presión y dispararon al aire para impedir que los manifestantes rompieran las barreras de seguridad.

 

Los manifestantes respondieron con piedras y palos, en una batalla campal que terminó con al menos siete personas resultaron heridas.

 

Más tarde, los manifestantes, muchos de los cuales habían llegado en autobuses de todas las regiones libanesas, se dispersaron por las calles del barrio de Achrafieh, y arrojaron piedras a la Iglesia de San Maron.

 

Luego de conocidos los hechos, el Gobierno de Dinamarca pidió a sus ciudadanos que abandonen el Líbano, al considerar que la situación en la nación está "fuera de control". (EFE)

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