Según el canciller escandinavo, sólo fanáticos se benefician de la tensión causada por la publicación de caricaturas sobre el profeta del Islam.
El Gobierno de Dinamarca intentó bajar la tensión en la crisis por las caricaturas de Mahoma con un llamado al diálogo, como único medio para lograr una solución, y enfatizando que no quiere sancionar a Siria y Líbano tras los ataques contra sus sedes diplomáticas.
"El único camino es el diálogo, sólo los extremistas y los fanáticos se benefician de esta situación. Necesitamos generosidad y no animosidad", sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores, Per Stig Moeller.
Sin embargo, condenó los incidentes en Damasco y Beirut, que calificó de "aterradores" e "inaceptables".
Moeller reveló que había recordado, en una conversación telefónica, a sus colegas sirio y libanés que la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares responsabiliza a sus países de la seguridad de las embajadas y consulados, por lo que los instó a colaborar en la reducción de la tensión, que ha ido escalando a niveles peligrosos en los últimos días.
En declaraciones previas a la radio pública DR, el ministro mostró su temor por que la situación acabe fuera de control y avisó de que eso podría "costar vidas humanas".
También resaltó que el caso ha superado la polémica sobre las caricaturas de Mahoma, para convertirse en un conflicto entre el mundo occidental y el islámico.
Aunque Moeller se opuso a cualquier adopción de sanciones o de embargos comerciales por parte de la comunidad internacional, resaltó que el gobierno danés se reservaba el derecho a tomar medidas diplomáticas "cuando la situación se estabilizase" y en coordinación con los otros países escandinavos.
Moeller habló de desinformación y malentendidos entre las partes y puso como ejemplo los rumores de quema del Corán en Dinamarca, algo que negó hubiera sucedido y que recordó era un hecho punible.
"El Gobierno no tiene intención de insultar a los musulmanes. Nosotros no hemos publicado los dibujos, pero en Dinamarca hay una ley contra las blasfemias y son los tribunales los que deciden", explicó Moeller, quien además se mostró satisfecho por las condenas de los incidentes en Damasco y Beirut hechas por varios líderes islámicos. (EFE)
