El jefe de Estado acusó presiones desde Londres después de brindar asilo a Julian Assange.
El ministro británico de Exteriores, William Hague, rechazó las declaraciones del ejecutivo sudamericano.
El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó las supuestas amenazas del Reino Unido que, según él, se realizaron después de que su país otorgó asilo al fundador de Wikileaks, Julian Assange. El jefe de Estado enfatizó en que éstas eran "amenazas groseras" por parte de la nación europea y recalcó la soberanía que su país tiene en las instalaciones de la embajada.
En el informe semanal de labores, presentado en la ciudad de Loja, Correa enfatizó que "jamás, al menos mientras yo sea presidente, este Ecuador aceptará amenazas como la que en forma totalmente grosera, desconsiderada (e) intolerable presentó Gran Bretaña esta semana".
Quito acusó a Londres de querer presionar en la embajada ecuatoriana, ubicada en esa ciudad, mediante la posibilidad de que la Policía británica ingrese a las instalaciones de su edificio para capturar a Assange, debido a los cargos que enfrenta el australiano en Suecia por una supuesta agresión sexual.
"Nosotros no vamos a claudicar nuestra soberanía. Respetando a todos, buscando siempre el diálogo, pero finalmente decidiendo nosotros, ejerciendo nuestra soberanía, tomaremos decisiones dignas y soberanas", señaló el presidente de Ecuador después de que su mismo país denunció un documento que les envío el Reino Unido, el día miércoles, el cual les advirtió que sus efectivos policiales podrían ingresar a su embajada para detener a Julian Assange.
Mientras tanto, el ministro de Exteriores británico, William Hague, desestimó las versiones ecuatorianas. "No hay amenaza alguna aquí de tomar por asalto una embajada. Estamos hablando de una ley del Parlamento de este país, que hace hincapié en que deben utilizarse (las embajadas) en plena conformidad con el derecho internacional", aclaró el representante del Reino Unido.
El gobernante sudamericano dijo que fue una "sorpresa" la misiva británica y que Londres les emplazó como una "amenaza directa", debido a "una ley interna de 1987", la que facultaría ingresar a su local ecuatoriano en Reino Unido.
Ecuador presentará "esta situación intolerable e inadmisible en el derecho internacional", según Correa, en la OEA (Organización de Estados Americanos), el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y en la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur). Los dos últimos sesionarán este sábado y domingo, respectivamente, en el puerto de Guayaquil. La OEA en tanto, lo hará el 24 de agosto en Washington.
