Nueva escalada de violencia étnica sacude a Urumqi a dos días de violentas protestas
Unos 300 manifestantes uigures se enfrentaron con los policías chinos.
Autoridades decretaron toque de queda en la ciudad.
Unos 300 manifestantes uigures se enfrentaron con los policías chinos.
Autoridades decretaron toque de queda en la ciudad.
Una nueva protesta de uigures, que se enfrentaron violentamente con la policía china, estalló este martes y en la ciudad de Urumqi, capital de la región autónoma de Xinjiang, dos días después de los sangrientos incidentes que causaron 156 muertos y más de mil heridos.
El grupo de 300 manifestantes, muchos de ellos mujeres, rodeó a unos 60 periodistas extranjeros autorizados por Pekín a viajar a la zona a cubrir las protestas, gritando eslóganes y "creando un caos", aseguró un portavoz del gobierno regional.
La protesta se produjo en un barrio de población mayoritariamente uigur donde el Gobierno regional había preparado un encuentro entre habitantes locales y periodistas.
Según la agencia oficial Xinhua, todo comenzó cuando una mujer uigur se acercó con su hijo al grupo de reporteros, llorando e implorando la libertad de su marido, al parecer detenido tras las protestas del domingo.
Otros uigures se sumaron a la protesta y la policía intervino, añadió la información de Xinhua.
Por ello, las autoridades de la ciudad de Urumqi han declarado el toque de queda en un intento de frenar la escalada de violencia.
El secretario del Partido Comunista de China (PCCh) en la región de Xinjiang, Wang Lequan, informó en un discurso televisado de la medida, que prohibirá a los ciudadanos salir a la calle desde las 21:00 de este martes (13:00 GMT) hasta las 08:00 de mañana (01:00 GMT), "para evitar un aumento del caos".
Wang también pidió "el fin de la confrontación" entre grupos étnicos de la región, tras unos sangrientos incidentes que han causado al menos 156 muertos, más de mil heridos y 1.434 detenidos en la capital regional, Urumqi.
"La confrontación étnica debe ser prohibida definitivamente", aseguró el líder comunista.
El Gobierno chino acusa a grupos independentistas en el exilio como el Congreso Mundial Uigur de la violencia étnica, aunque la líder de la organización, Rabiya Kadeer, ha negado desde EEUU esta posibilidad y acusa a la policía china de responder con excesiva violencia las protestas.