La Conferencia Episcopal expresó su dolor por el presunto caso de abuso sexual que involucra al sacerdote Juan Miguel Leturia -perteneciente a la Compañía de Jesús- quien se encuentra suspendido e internado con apoyo sicológico para enfrentar su alcoholismo en un recinto de su congregación.
El vocero de la entidad que agrupa a los obispos chilenos, Enrique Palet, confirmó que la Compañía de Jesús realiza una investigación del caso, ocurrido en la década de 1980, y garantizó plena colaboración con la Justicia.
"Siempre se trata de una situación dolorosa por las víctimas o eventuales víctimas de los abusos que pueda haber cometido un sacerdote y también muy doloroso por el hecho que un sacerdote sea víctima de sus propias debilidades", sostuvo.
"En este caso, la Compañía de Jesus ha actuado de acuerdo a las instrucciones que emitió la Santa Sede y los obispos de Chile hace dos o tres años, tomando tanto las medidas de investigación canónica que proceden como colaborando plenamente con la Justicia ordinaria", añadió.
Por su parte, el ministro secretario general de Gobierno, Osvaldo Puccio, recordó que todos los ciudadanos, independientemente de su posición, deben responder ante la Justicia si cometen un ilícito.
"Aquí el tema es muy simple: cualquier ciudadano chileno, de cualquier condición y de cualquier origen, que comete un delito, será perseguido y será sancionado si es que ese delito en los tribunales se comprueba", afirmó.
El caso salió a la luz pública este domingo cuando el diario La Tercera informó que la acusación de un ex alumno de un colegio perteneciente a la Compañía de Jesús contra Leturia es indagada por el 19º Juzgado del Crimen de Santiago.
La acción judicial fue ingresada en agosto pasado al tribunal por el fiscal de la Zona Oriente, Xavier Armendáriz, quien encargó al fiscal Rodrigo de la Barra interrogar telefónicamente al denunciante que reside en el extranjero-, quien además proporcionó el nombre de otras personas que habrían vivido situaciones similares y que estarían dispuestas a declarar.
"Hicimos una pequeña investigación y se determinó que los antecedentes daban mérito para ser investigados en el sistema antiguo", dijo Armendáriz al matutino.
Los fiscales además se reunieron con el padre Guillermo Baranda, quien les aseguró que la congregación estaba al tanto de la denuncia y que había una investigación al respecto.