El balance oficial fue revelado en una rueda de prensa por el comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), general Héctor Fabio Velasco, quien además confirmó la muerte de los tres civiles en San Juan de Lozada, vereda El Rubí, cerca a La Macarena (Meta), sitio ubicado a unos 15 kilómetros de un sitio de bombardeo.
El comandante de la FAC lamentó el hecho y anunció que se hará "una investigación" al respecto.
El general Velasco explicó que se han realizado 56 salidas de aviones y uno de ellos, un Kafir, fue impactado en tres puntos por armas antiaéreas de las FARC, pero pudo regresar a su base. Además de este avión, las Fuerzas Militares utilizan naves AC47 (conocidas como 'avión fantasma') y otras de autoabastecimiento de combustible en el aire.
El detalle de la operación
Según fuentes de la Base Militar de Apiay (Villavicencio), las Fuerzas Militares iniciaron la recuperación de la zona de distensión con un ataque masivo de aviones de combate, que lanzaron bombas de 150, 250 y 500 libras, contra sitios estratégicos de las FARC.
Tan solo cinco minutos después de que se rompieron los diálogos con las FARC, las bombas de los aviones de la Fuerza Aérea Colombiana impactaron una pista clandestina en La Macarena (Meta). Ese fue el primero de más de 120 bombardeos que realizaron los aviones Bronco OV-10, K-fir, M-5 y A-37 de la Fuerza Aérea Colombiana durante 324 vuelos.
“En cada oleada hemos bombardeado puntos que estaban predeterminados hace varias semanas. Las labores de inteligencia nos permitieron identificar con anticipación, lugares que para las FARC eran estratégicos. Esos fueron los primeros 85 objetivos”, indicó el piloto de uno de los aviones Bronco que participó en los ataques.
El primer reporte que los mandos militares le entregaron el jueves al Presidente, revela que fueron destruidos campamentos, carreteras, pistas de aterrizaje, trincheras y hasta bodegas que tenían las FARC en distintos puntos de los 42 mil kilómetros cuadrados que conformaban la zona del despeje.
Treinta horas después de bombardeos continuos, tres mil hombres de las Fuerzas Especiales del Ejército se preparan en tierra para entrar a los cascos urbanos de los cinco municipios del área del despeje que terminó el miércoles a las doce de la noche por orden del presidente Pastrana.
La segunda fase
Por su parte, los altos mandos militares se concentraron desde la tarde del jueves en la base militar de Tolemaida (Nilo) para coordinar desde allí el avance terrestre de las tropas.
Los generales Fernando Tapias, comandante de las Fuerzas Militare; Jorge Enrique Mora, comandante del Ejército; Héctor Fabio Velasco, comandante de la Fuerza Aérea; Euclides Sánchez, segundo comandante del Ejército y Gabriel Eduardo Contreras Ochoa, Jefe de Operaciones, se comunicaron por radio con los comandantes de las tropas que a partir de este viernes cruzarán la línea limítrofe del área despejada.
“La gente debe entender que la llamada retoma del Caguán no es el desembarco de Normandía. Vamos despacio. Primero por vía aérea y luego por vía terrestre con un grupo de antiexplosivos que permitirá el avance de las tropas. Por el norte, la operación la adelantara la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra)”, aseguró uno de los generales.
Voceros militares revelaron que para el fin de semana se tiene previsto que las tropas retomen el control del Batallón Cazadores en San Vicente del Caguán.
Entre tanto, el director de la Policía, general Luis Ernesto Gilibert anunció que en 48 horas se iniciarán las fumigaciones aéreas de los cultivos de coca y amapola que ya tienen detectados en el área. Gilibert dijo que se calcula que en la zona hay 15 mil hectáreas de cultivos ilícitos.(EFE)
