El recuento de los votos en la ciudad de Teherán está retrasando la publicación de los resultados en las elecciones legislativas realizadas el viernes en Irán, pero todo indica que la asistencia de votantes fue mayor de la prevista.
El centro de recuento de votos del Ministerio del Interior tenía adjudicados al mediodía de este sábado solamente 124 escaños de los 290 que componen el Parlamento, según dijo Mahmud Sadiqi, portavoz del centro, quien se negó a revelar resultados mientras no esté completo todo el proceso, el cual no se espera que termine hasta la próxima semana.
Sadiqi dijo que el recuento de votos ya estaba concluido en los pueblos y ciudades pequeñas, pero faltaba completarlo en las grandes urbes, y sobre todo en Teherán, donde se concentran 5.229 colegios electorales de los casi 40.000 de todo el país.
Los resultados oficiales en 99 circunscripciones del país demuestran que dos tercios pertenecen a los partidarios del conservadurismo.
En Teherán, según Ahmed Azimzadeh, portavoz del poderoso Consejo de Guardianes, votaron cerca de 2.300.000 personas, lo que representa el 30 por ciento del electorado y supera las pesimistas estimaciones que auguraban en torno al 10 por ciento en la capital.
Los observadores han señalado que los conservadores se harán con la mayoría de los escaños en el Parlamento, después que el Consejo de Guardianes cerrase el camino a 2.500 candidatos reformistas y otros 888 se retirasen en solidaridad con ellos.
Mohamed Reza Jatami, uno de los excluidos y hermano del presidente del Gobierno, dio por hecho que los conservadores van a vencer, pero opinó que "los conservadores finalmente tendrán que seguir la vía de la reforma", en declaraciones publicadas por el diario Aftaber Yas.
El Consejo de Guardianes hizo público un comunicado en el que alaba "la inesperada gran participación del pueblo religioso, bravo y revolucionario".
Las instancias más poderosas del régimen habían insistido en los últimos días en la trascendencia de estos comicios, porque "cada voto es un balazo en el corazón de Bush", en palabras del ayatolá Ahmed Janati, uno de los más importantes del clero iraní.
El profesor iraní de Relaciones Internacionales en la Universidad de Teherán, Ahmed Naguibazadeh, señaló que el aparente fracaso del boicot realizado por sectores reformistas a las elecciones muestra la debilidad de éstos, ya que no están unidos y carecen de apoyo social.
Frente a estos reformistas, las estructuras del régimen islámico son mucho más sólidas y coherentes, y tienen un mayor peso entre las clases medias y bajas, aseguró.
Sin embargo, Naguibazadeh también se mostró convencido de que el nuevo parlamento, aunque está dominado por los conservadores, no podrá llevar al país hacia atrás, ya que los cambios sociales producidos en Irán en los últimos años no tienen vuelta atrás.
La prensa iraní tituló este sábado de forma muy distinta según su tendencia: "Esperando las cifras", dijo el aperturista Iran Daily, mientras que el conservador Kayhan International tituló: "Masiva participación en las elecciones".
Las anteriores elecciones de 2000 registraron una participación muy alta, cercana al 70 por ciento, y dieron la victoria al frente reformista, encabezado por Mohamed Jatami.
Sin embargo, el Gobierno ha sufrido en estos últimos años, en la legislatura que ahora termina, el bloqueo de las instancias más conservadoras.
Además, su peso político ha sido escaso en el peculiar sistema iraní, donde el Consejo de Guardianes, un órgano no electo, tiene poder de veto sobre las decisiones parlamentarias. (EFE)