Para el abanderado de derecha "es obvio" que la mayoría del 42 por ciento que voto "Sí" en 1988 habría cambiado de opinión de conocer las torturas y el caso Riggs.
Joaquín Lavín lamentó que la Concertación no creyera en su "sincera" declaración, en que afirmó que actualmente no votaría a favor del Augusto Pinochet en un plebiscito luego de los antecedentes de corrupción y violaciones a los erechos humanos que pesan sobre el general en retiro.
"El gobierno militar tuvo cosas buenas, como la transformación económica, pero también tuvo cosas malas. Y para mí es obvio que si esas cosas malas. Si el informe de la tortura, cuentas del Riggs, se hubieran conocido en 1988, es obvio que mi actitud en ese momento habría sido diferente. Eso es lo que sinceramente pienso", recalcó Lavín.
"Y estoy seguro, además, que muchos de ese 42 por ciento, que votó que sí en ese plebiscito, piensa lo mismo que yo", añadió.
El abanderado de la derecha concluyó señalando que lamenta "verdaderamente, que una reflexión sincera como la que yo estoy haciendo ahora, genere tanta crítica y tanta intolerancia por parte de dirigentes de la Concertación".
