La jugadora belga abusó de la francesa Mary Pierce al vencerla por un cómodo 6-3 y 6-1, llevándose su primera corona en uno de los torneos mayores luego de cuatro finales perdidas.
La mayor injusticia que existía en el tenis femenino quedó eliminada con el triunfo que logró la belga Kim Clijsters (4ª de la WTA) por 6-3 y 6-1 ante la francesa Mary Pierce (12ª) en la final del Abierto de Estados Unidos, para darle su primer título de Grand Slam.
Clijsters, de 22 años, que había disputado cuatro finales de
Grand Slam para perderlas, tres contra su compatriota Justin Henin-Hardenne y otra contra la estadounidense Jennifer Capriati, no dejó pasar esta oportunidad de quedarse con el título que se merecía por todo lo que había hecho durante la temporada.
La nueva campeona del US Open no sólo logró su primer título de Grand Slam para llegar a las 28 coronas individuales que tiene como profesional, incluidos siete esta temporada, sino que además se llevó un premio récord en la historia del deporte femenino con 2,2 millones de dólares.
"No puedo describir lo que siento después de esta victoria y más lograda un año después que me operase de la muñeca derecha", declaró Clijsters. "Sencillamente estoy viviendo un gran sueño hecho realidad", agregó.
Clijsters, quien recibió con una sonrisa el premio, dijo que era muy difícil de creerse que había ganado y más después de todo lo que pasó el año pasado con las lesiones que la persiguieron.
"Todas las frustraciones han pasado y ahora es el momento de sentirme feliz por lo que he conseguido y dejar atrás el pasado. Quiero darle las gracias a toda mi familia y a los aficionados de Nueva York que han sido increíbles", destacó Clijsters.
Pierce, de 30 años, quien sorprendió con su gran tenis, no pudo conseguir su tercer título de Grand Slam después de haber disputado cinco finales y haber ganado el Abierto de Australia de 1995 y el Roland Garros de 2000.
La solidez de Clijsters
El primer set no pudo comenzar mejor para Clijsters que le rompió el saque a Pierce en el primer juego para hacerlo dos veces más en el quinto y noveno, aunque lo perdió en el sexto después de haber actuado por 37 minutos. La nueva campeona del Abierto confirmó su gran momento de forma al dominar con su golpes desde el fondo de la pista, seguridad en el saque y subidas a la red.
Ante este despliegue de mejor juego de Clijsters, Pierce volvió a protagonizar la escena de la llamada de la fisioterapeuta para que le tratase la pierna derecha, que tuvo con el muslo completamente vendado.
Pero nada de eso le impidió romper la concentración de Clijsters, quien en el segundo set estuvo todavía más dominadora para romperle de nuevo el saque en el segundo y en el sexto, completando su exhibición de 28 minutos al aprovechar la segunda pelota de partido.
Luego, Clijsters abandonó la pista para subir entre el público e ir al palco en el que se encontraba su madre y familiares para abrazarlos y celebrar el gran triunfo de su carrera.
El partido, que duró una hora y cinco minutos, dejó a Clijsters con cinco aces, y dos faltas, tuvo un acierto del 72 por ciento con el saque, 79 y 38 de efectividad del primero y segundo, respectivamente, metió 16 golpes ganadores y cometió 19 errores sin forzar.
Además Clijsters estuvo perfecta en las subidas a la red con 8 de 8 y le rompió cinco veces el saque a Pierce en 11 oportunidades.
Mientras que Pierce, que se convirtió en la primera tenista francesa en llegar a la final del Abierto, se quedó con sólo siete golpes ganadores y 28 errores sin forzar.
"Felicito a Clijsters porque se mereció el triunfo y además es una persona muy especial", declaró Pierce. "Espero volver el próximo año y llegar de nuevo lejos en la competición".
Clijsters, quien antes de llegar a la final del Abierto, que también disputó en 2003 y cayó ante Henin-Hardenne, ganó a Venus Williams, a Maria Sharapova y demostró que el reinado que ahora comienza es totalmente justo y merecido. (EFE)
