Ricardo Hidalgo contó a Radio Cooperativa detalles de la desesperación que vivió junto a su desaparecido colega, Marcial Gutiérrez, cuando fueron arrastrados por el caudal del río Teno, en la Séptima Región.
Internado en el quinto piso del Hospital Base de Curicó, donde se recupera de los golpes y la hipotermia que casi le costaron la vida, el carabinero Ricardo Hidalgo contó la tragedia que le tocó protagonizar durante las últimas horas, desde que fue arrastrado junto a su compañero Marcial Gutiérrez Flores por las aguas del río Teno desde la pasada medinoche hasta su rescate.
El relato de Hidalgo, casado con una carabinera y padre de un hijo de ocho meses, comenzó justificando la razón por la que, cuando terminaba su turno, decidió asistir a un llamado de emergencia: "Yo cuando hice mi juramento a la patria, a nuestra bandera, dije que los 365 días del año iba a cumplir mi deber, como así juré".
"Ayer -señaló- recibí un llamado que se encontraba una persona indigente debajo del puente, por lo cual nos dirigimos al lugar para sacar a la persona, que regularmente tienen problemas para caminar. Concurrimos en la RP (radiopatrullas) ingresamos hacia la parte baja del río Teno y al llegar al lugar nos dimos cuenta que el brazo ya había crecido un poco, cerca de donde estaba una fogata".
"Nos bajamos del RP y con mi colega caminamos hasta la fogata y no encontramos a ninguna persona", contó, añadiendo que "posteriormente, nos devolvimos para verificar desde la parte superior del puente y en ese momento nos encontramos con que el brazo había crecido por la parte por donde ingresamos".
"En ese momento, hubo un minuto de desesperación, porque como soy padre de familia, mi señora también es funcionaria de Carabineros, mi hijo tiene ocho meses y ellos son mi familia, mi razón de cada día de llegar al servicio y saber que después voy a tener mi tiempo libre y estar con ellos", contó con voz quebrada el policía.
"Y ahí, como venía de fuerte el caudal, uno se imagina muchas cosas. Habría que estar en el lugar", añadió.
Una de las imágenes más fuertes que se transmitieron por televisión es cuando, segundos antes de ser arrastrado por el caudal, se funde en un abrazo con Gutiérrez, quien aún permanece desaparecido: "Cuando le di el abrazo a mi colega, le dije 'por favor, hay que ser realistas y más de alguno de los dos puede que no sobreviva. Entonces dile a mi señora a mi hijo y a mi familia que los amo mucho'. Entonces me dijo 'tranquilo no más. Tu tienes por quién más luchar'. Entonces nos dimos un abrazo, caminamos hacia el curso del río, que bajaba, para poder lanzarnos. Fue en ese momento en que llegamos a la mitad y la corriente nos llevó".
En ese instante -relata- se aferró de una escalera que portaban, pero perdió el conocimiento por el frío "durante unos cinco metros", siendo arrastrado por el caudal hasta que "detrás del puente me encontré con mi colega, el cual pedía auxilio".
"Le dije que no hablara, que mantuviera la respiración, que dejara que el curso se lo llevara no más, no se tirara a la orilla, porque uno choca", contó.
Largo rato más tarde estuvo "alrededor de dos minutos y medio sumergido en un remolino bajo el agua y por la desesperación no podía sacarme la correa del pantalón". "En el momento que pude, me saqué el pantalón dentro de las vueltas que daba y pude salir a flote. Y de ahí ya fueron golpes, golpes y golpes", continuó Hidalgo.
Su esperanza de sobrevivir creció -afirma- cuando, después de una intensa lluvia que casi le impide la respiración, alcanzó un primer islote, que posteriormente se llevó la corriente. Sin embargo, la suerte estaba de su lado y logró aferrarse a unos matorrales.
Según sus cálculos, a las 08:30 horas bajó el caudal, hasta que fue rescatado pasadas de las 11:20 horas por un helicóptero de la Aeroprefectura Policial.
Sobre las razones que lo motivaron a tener fuerzas para sobrevivir, contó que se encomendó a Dios y empezó "a pedir al Señor por mi señora y por mi hijo". (Cooperativa.cl)
