La ablación del clítoris fue prohibida definitivamente en Egipto
Un decreto del Ministerio de Salud anunció penas para "médicos, enfermeras y otras personas" que participen en estas intervenciones, comunes en el país.
Un decreto del Ministerio de Salud anunció penas para "médicos, enfermeras y otras personas" que participen en estas intervenciones, comunes en el país.
El Gobierno de Egipto prohibió definitivamente la ablación del clítoris, una costumbre que practica todavía la mayoría de la población del país, dijeron fuentes oficiales en El Cairo.
La directora del Consejo Nacional de la Infancia, Muchira Jatab, explicó que la decisión fue tomada en una reunión conjunta a la que asistió junto a los ministros de Salud, de Educación y de Información, autoridades del Sindicato de Médicos y líderes religiosos musulmanes y cristianos.
El ministerio de Salud publicó un decreto que prohíbe la ablación y anuncia que penalizará a "médicos, enfermeras y otras personas" que participen en estas intervenciones.
Asimismo, el Sindicato de Médicos envió una circular a todos sus miembros, en la que les recuerda que quien contravenga la norma será llevado ante la Justicia.
Contrariamente a lo que sucede en otros países africanos, donde la extirpación del clítoris la llevan a cabo barberos o curanderos, en Egipto es practicada en el 77 por ciento de los casos por personal médico y paramédico, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Esta práctica se justificaba gracias a una laguna legal, pues la ablación estaba hasta ahora permitida "en caso de necesidad médica", lo que en la práctica significaba que se hacía con toda impunidad.
El pasado fin se semana, una niña de 12 años falleció en una clínica privada por una complicación anestésica, mientras se le practicaba la operación de ablación.
El hecho motivó una movilización a nivel político que se cristalizó en el decreto ministerial de prohibición.
La ablación es practicada en los países ribereños del Nilo desde tiempos faraónicos, y se ha extendido más tarde por Africa del Oeste, pero no tiene nada que ver con el Islam ni el Cristianismo, aunque ambas religiones han aceptado durante siglos la mutilación femenina como medio de control sexual y social. (EFE)