Marcello Valentino Gómez murió cuando escapaba de los agentes.
Su esposa declaró que el fallecido "no tenía nada" de armas.
El policía municipal Alessandro Amigoni, acusado de homicidio voluntario por la muerte del joven chileno Marcello Valentino Gómez Cortés, ha relatado al fiscal de Milán que disparó contra un terraplén para asustar a dos fugitivos y que alcanzó a la víctima que estaba a unos 20 metros de distancia.
El pasado lunes Gómez Cortés, de 29 años, murió al ser alcanzado por el disparo de un agente de la policía local de Milán (norte de Italia), tras protagonizar una fuga junto a otro compañero.
El agente explicó al fiscal, Roberto Pellicano, que vio un revólver en manos de uno de los dos hombres que huían en el Parque Lombardo, concretamente el que no era Gómez Cortés, y mientras un policía gritaba para que se detuvieran, él disparó mirando a la altura de un terraplén cercano.
El policía municipal hizo estas declaraciones al fiscal de Milán en un interrogatorio cuyo contenido publicaron hoy los medios de comunicación italianos.
Amigoni no aclaró la dinámica del proyectil que alcanzó al chileno por la espalda y dijo que entre él y la víctima había unos "20 metros".
Según las declaraciones del agente, no hubo ningún disparo previo por parte de los que huían de la policía, tal y como se dijo el día de los hechos.
Versión de la familiaGómez Cortés fue alcanzado por el proyectil en la espalda y tras ser sometido a reanimación en un puesto de socorro, falleció en el hospital San Raffaele.
Su esposa, Ruth Cardilo, también chilena, declaró hoy a la televisión Sky Tg24 que Gómez "no tenía armas, no tenía nada".
"Yo estoy muy disgustada -agregó-, porque me he enterado de que el que ha matado a mi marido ahora está haciendo su vida normal, es libre como si nada fuese, trabaja, entonces yo pienso que si hubiese sido al contrario mi marido no estaría en casa",
Cardilo dijo que todavía no ha dicho nada a sus hijos
