La eventual donante había comunicado a sus familiares no estar de acuerdo con el proceso.
Los parientes decidieron respetar su voluntad.
Una posibilidad de donación de órgano para Felipe Cruzat, el niño de 11 años que lleva más de dos meses esperando ser trasplantado de corazón, falló este miércoles debido a que una mujer que permanece en el Hospital de Talca con muerte cerebral pidió a la su familia, con anterioridad, no ser donante por sus creencias religiosas.
El niño lleva 65 días internado.
"Existía un posible donante para nutrir la lista nacional de órganos, que en este caso era para el número uno de la lista, Felipe Cruzat. El hospital realizó todas las gestiones, desde la encargada de trasplantes, el médico tratante de la paciente y el director del hospital, se hicieron todas las gestiones para poder conversar y ver cuál era la decisión de la familia", sostuvo el relacionador público del Hospital de Talca, Juan Pablo San Cristóbal.
"Se conversó en tres oportunidades con la familia y esta señaló que por motivos de decisión de su propia hermana, quien previo al accidente por términos religiosos no estaba de acuerdo, se procedió a respetar su decisión y que por ende no se va a cumplir con la donación de órganos. Está absolutamente confirmado", agregó el funcionario del centro asistencial.
La mujer de 44 años que ingresó tras sufrir un accidente, identificada con las iniciales E.T.V, es compatible con el menor en tres aspectos según los médicos: grupo sanguíneo, peso y estatura.
Este miércoles, el equipo médico del Hospital Clínico de la Universidad Católica, donde permanece internado Cruzat, anunció que se traerá un corazón artificial desde Argentina para el menor, medida que le permitirá aguantar la espera a que aparezca un donante.
