El presidente de Perú, Alan García, ofreció disculpas públicas a Judith Rivera, una mujer de 44 años y parte de las víctimas de transfusiones de sangre infectada con el virus del sida, que afectaron a cuatro personas que se atendieron en hospitales públicos peruanos.
"Yo, como jefe de Estado, le pido perdón a Judith Rivera. Creo que es un error gravísimo lo que ha ocurrido y solicito a todos los funcionarios que no se reproduzcan fallas gravísimas de este tipo que afectan a las personas más humildes, como este caso", dijo García en el Palacio de Gobierno.
Además, el mandatario peruano criticó que se haya negado en varias instancias el caso que afecta a la mujer porque, dijo, "eso ofende más a una persona humilde que fue a buscar ayuda al hospital y termina con una gravísima enfermedad".
El gobernante no se refirió a los otros tres casos de personas afectadas por este mismo problema, que incluyen a un bebé de sólo 11 meses.
Judith Rivera se contagió en el hospital "Daniel Alcides Carrión", de la ciudad de Callao, al recibir una transfusión sanguínea durante una operación. La mujer recibirá una indemnización de 300 mil soles (unos 95 mil dólares), una casa y la cobertura total de sus gastos médicos, que incluyen operaciones pendientes por otras dolencias.
El Ministerio de Salud informó además que el contagio se debió a la donación realizada por una persona que desconocía ser portadora del virus, lo que no se pudo detectar en las pruebas realizadas por encontrarse en el denominado "periodo ventana", durante el cual no se detecta el virus ni presenta síntomas. (EFE)