Familiares cercanos, entre ellos su viuda, despidieron en el Tanatorio Sur de la capital española al cuerpo del malogrado obrero Héctor Figueroa.
En el Tanatorio Sur de la carretera M-30 de Madrid fueron velados los restos de Héctor Figueroa Bravo, el ciudadano chileno que falleció en la serie de atentados registrados en Madrid y que, según el último balance oficial, dejaron 191 muertos.
El cuerpo del chileno permanece junto al de otras 46 víctimas fatales de los ataques terroristas. En el lugar se hicieron presentes su viuda Angélica Jeria, su padre Waldemar Figueroa y su suegro Carlos Jeria. Su fénetro está cubierto por una gran bandera chilena y un ramo de flores.
El velatorio continuará hasta las primeras horas del domingo, ocasión en la que su familia tomará una decisión sobre el lugar en que descanzarán sus restos.
Héctor Figueroa Bravo, de 33 años de edad, se desempeñaba como obrero de la construcción, era padre de un niño de seis años y vivía hace seis meses en la ciudad.
El trabajador había abordado un tren a las 07:25 hora local en la estación de El Pozo para seguir hacia la estación Atocha, lugar donde su vagón fue completamente destrozado por uno de los explosivos que fueron repartidos en tres distintas estaciones del servicio de ferrocarriles de Madrid.
Por decisión de su viuda, Angélica Jeria, sus restos serán cremados en Madrid, donde permanecerán hasta que el instante en que ella y su pequeño hijo decidan regresar a Chile.
