El periodista comentó que el fallecido empresario es "un muerto malo".
"Hizo mucho daño e incluso arriesgó vidas", sostuvo en Lo que Queda del Día.
El periodista Jorge Andrés Richards afirmó que tiene "el peor recuerdo" del fallecido empresario Ricardo Claro y lo consideró como un "muerto malo", por el daño que -remarcó- hizo a muchas personas.
En entrevista con Lo que Queda del Día, Richard indicó que tras su muerte "lo han puesto como un gran santón y yo tengo la sensación, y lo digo con mucho dolor, pero con mucha sinceridad, que no todos los muertos son buenos. Hay muertos malos también, y uno de ellos es Ricardo Claro".
El periodista, quien fue aludido en la cinta del caso "Piñeragate", dijo tener "el peor recuerdo de él, porque es una persona que hizo daño, hizo mucha maldad y maldad peligrosa, maldad que de repente arriesgaba vidas".
"Cuatro razones" contra Claro
Richards enumeró "cuatro razones" para sostener sus afirmaciones: "Primero, el año 56 él denunció a una compañera de curso de la escuela de Derecho que se llama Silvia Soto. En plena ley de defensa de la democracia la acusó de comunista porque andaba vendiendo El Siglo. Esa mujer fue detenida, compañera de él, de la escuela, o sea, es una maldad".
"Después, el año 73 -agregó- hay detenidos que con mucha rigurosidad han señalado que dos de sus barcos fueron centros de detención y tortura", situación que Claro desmintió asegurando que la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) no le pertenecía en esa época.
Pero para el periodista, "fueron centros, otra maldad, o sea es una maldad peligrosa y dolorosa".
El tercer hecho, ocurrió en el año 1980, cuando el empresario acusó "en un programa que se llamaba "Improvisando" de Radio Chilena, que Gabriel Valdés -suegro de Richards- se estaba juntando escondidamente en un país nórdico con Volodia Teitelboim. Los comunistas el año 85, 86, 87 eran, para este país, un peligro. Acuérdate que el 85 habían degollado, el 86 mataron al Pepe Carrasco, o sea era muy peligroso, y lo hizo".
Para Richards, la cuarta razón fue el "Piñeragate" que el mismo Claro destapó a través de una grabación de una conversación entre el periodista Pedro Pablo Díaz y Sebastián Piñera, durante la emisión del programa "A eso de..." de su cadena televisiva Megavisión, en 1992, y aseguró que "la cinta que salió aquel día fue editada", para seleccionar los momentos más comprometedores del diálogo.
