Analista internacional cree que no hay mucha reflexión sobre su gobierno.
Reacciones norcoreanas de dolor obedecen a una histeria colectiva, indicó.
El analista internacional Raúl Sohr dijo que la carta de condolencias del Partido Comunista por la muerte de Kim Jong-Il obedece a una cuestión de protocolo más que nada, y duda de que haya una reflexión al interior de la tienda sobre el gobierno de Corea del Norte.
En diálogo con El Primer Café, Sohr dijo que "simplemente es una cuestión de protocolo, son palabras de buena crianza, un lenguaje estereotipado que se dice "tú reconocías a ese régimen, que trabajaba por el bien de su pueblo, a lo mejor no habrán logrado todo lo que querían' pero es simplemente protocolo".
"No creo que ni siquiera los comunistas chilenos hayan reflexionado muy seriamente sobre los logros o deficiencias de ese gobierno", cree el analista internacional.
Respecto a las muestras de dolor de los norcoreanos por la muerte de su líder, el experto internacional señaló que "en cierta medida todos tienen que llorar, incluso hay gente que se pellizca, que se causa daño para tener estas expresiones públicas de dolor"
"Además hay una situación de histeria colectiva, que siempre -tomando la imagen de Stalin, el referente mas cercano a estas dictaduras absolutas donde hay un culto a la personalidad desmedido, hubo una histeria, gente murió arrollada por el fervor con que la gente asistía al funeral de Stalin, y fue genuino", comentó Sohr.
Esta respuesta "es simplemente que si tú has crecido (...) no has conocido ninguna otra cosa, su imagen estaba en cada aula, colegio, plaza y monumento, hay una presión permanente" y "naturalmente mucha gente es vulnerable a eso y se provoca una histeria colectiva".
