El suizo Roger Federer, eliminado del Abierto de Australia tras perder ante el serbio Novak Djokovic, rechazó que hubiera llegado ya la hora del relevo para él y para el español Rafael Nadal, también fuera del torneo en cuartos de final.
"¿La hora del relevo para mí y para Rafa? Ahora se habla muy rápidamente, así que ... vamos a hablar dentro de seis meses", respondió el cuatro veces campeón en el Melbourne Park.
"De ninguna manera este el final. Es un comienzo para muchos otros torneos. Es decepcionante y me duele. Ojala hubiera podido ganar aquí de nuevo por quinta vez, pero no será posible", reconoció el número dos del mundo.
Tras la derrota, el suizo se mostró contrariado con el marcador, pero satisfecho con su juego. Elogió el nivel ofrecido por su rival.
"Creo que jugó un gran partido. No creo que yo jugara mal. Fue un choque de mucha intensidad. Es evidente que es decepcionante perder, pero no puedo hacer nada si él es mejor en los puntos importantes", asumió.
"Me siento bien porque estoy sano. Me gustaría jugar la final del domingo pero Novak fue el mejor jugador. Hay que aceptar eso y dar vuelta la hoja", añadió.
"Estoy optimista ante lo que viene. Espero tener salud en febrero, que ha sido algo problemático en los últimos dos años, para estar preparado para Dubai, Indian Wells y Miami, y luego entrar en la temporada de tierra batida", concluyó.