El presidente francés, Nicolás Sarkozy, reconoció su derrota en las elecciones presidenciales frente al socialista François Hollande, al que deseó "buena suerte".
El socialista obtuvo sobre el 51 por ciento de los votos en el primer sondeo oficial de las elecciones.
"Francia tiene un nuevo presidente, es una elección democrática, republicana" y "debe ser respetado", dijo Sarcozy ante cientos de simpatizantes que se reunieron reunidos en una sala de conferencias en el centro de París.
El socialista logró el 51,8 por ciento y un 52,7 por ciento de los votos, según sondeos difundidos al cierre de los colegios electorales, los que dieron un 48 por ciento a Sarkozy.
"Deseo de todo corazón que Francia (...) pase con éxito estas pruebas, es nuestro país, es Francia (...) tenemos que pensar exclusivamente en la felicidad de Francia, en su grandeza", añadió Sarkozy.
El ahora, ex Presidente reconoció que: "no he logrado convencer a una mayoría de franceses (...) no he logrado hacer ganar los valores que he defendido con vosotros".
"Asumo toda la responsabilidad de esta derrota", continuó el presidente, quien añadió: "he hecho todo lo posible para hacer triunfar las ideas que nos unen".
"Soy el Presidente, era el jefe, y cuando hay un error es el número uno el que lo asume", afirmó Sarkozy, entre gritos de ánimo de sus simpatizantes.
El conservador concluyó diciendo que se prepara para "volver a ser un francés entre los franceses".