Mario Bravo, comerciante y vecino del anticuario Óscar López Rodríguez, de 38 años, autor del brutal crimen de una profesora de educación física ocurrido durante la pasada jornada en la comuna de Lolol, en la Región de O'Higgins, relató a Cooperativa crudos detalles de lo que pudo observar desde la calle, frente a la vivienda del homicida.
Bravo dijo haber visto cuando durante la tarde de ayer al domicilio del homicida, ubicado en la calle Los Alerces, "un auto llegó, la señora (la víctima, María José Reyes) se bajó, y caminó un poquito".
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El fallecido Óscar López Rodríguez "era una persona que daba muchas sospechas", dijo su vecino. |
"Yo seguí atendiendo en el restorán que tengo, y de repente sentí un grito desgarrador de un niño y una niña, que pedían auxilio y llamar a Carabineros, porque le estaban matando a la mamá adentro", recordó.
El homicida "se va para adentro de la casa" y luego, ante la vista de los hijos y de él mismo, "sale al patio y le corta con un hacha, con un cuchillo (la cabeza a la mujer), la decapita".
A continuación la cabeza "la toma de pelo y se las muestra (a los hijos); la levantaba como un trofeo", relató el vecino, que afirmó que el sujeto -que fue abatido a balazos por Carabineros- "era muy raro, (tenía) una mirada extraña (y era) una persona que daba muchas sospechas".
Según explicó esta mañana a El Diario de Cooperativa la fiscal que investiga el caso, Carmen Gloria Agurto, el frontis de la casa del imputado, donde éste recibía a sus clientes en su labor de anticuario, "está cubierto por una malla que permite una visión parcial del domicilio".
Por esto, cuando la profesora de educación física ingresó a la casa y fue agredida "sus hijos logran ver algo de aquello desde el exterior, donde la esperaban en un vehículo". De hecho, "uno de sus hijos, el hijo varón, trató de defenderla, no pudiendo realizarlo por las amenazas del imputado", explicó la persecutora.
Comunidad consternadaMario Bravo dijo además a Cooperativa que tras el impactante hecho de sangre la comunidad local está "consternada".
"La gente yo no sé si irá a trabajar en Lolol hoy día", expresó, señalando que él mismo se encuentra "mal, muy shockeado, (porque lo que sucedió) es muy terrible".
El locatario insistió además en que Óscar López era un hombre "muy raro, (de hecho) conmigo vivía años al frente y nunca (me dijo) una palabra, nada".
Una vez ocurrido el crimen la Policía llegó al lugar "como a los dos minutos y hace un disparo altiro".
"Como (el anticuario) se escondió detrás de la casa, Carabineros corrió, se fue por un lado de una muralla y disparó cuatro veces", dándole muerte.
Una vez que los carabineros ingresaron al domicilio y lo registraron hallaron un segundo cadáver: el de un hombre que también había sido decapitado y que estaba enterrado en el patio, separado de la cabeza, que estaba guardada dentro de la casa.