Expertos del Observatorio de la Reconstrucción cuestionaron la medición del Ejecutivo.
No se trata de recuperar lo que se perdió sino "proyectos de vida", sostienen.
El Observatorio de la Reconstrucción de la Universidad de Chile cuestionó las cifras entregadas por el Gobierno, que cifra un avance de 47 por ciento en la reconstrucción de las viviendas tras el pasado terremoto y tsunami de 2010.
Walter Imilan, coordinador de la entidad que fue creada para monitorear el avance del proceso, indicó que según el balance entregado por el Ministerio de Vivienda (Minvu) en diciembre, "constatamos que construcciones nuevas hay un 10 por ciento en términos de vivienda, esa debe ser la verdadera tasa de reconstrucción", según consignó La Tercera.
El organismo estableció que la reconstrucción debe medirse en función de la cantidad de viviendas entregadas, razón por la cual se debería cifrar el avance en un 10 por ciento, ya que vía subsidio, los damnificados han podido comprar 12.248 casas (10.463 nuevas y 1.785 usadas), de un total de 110.000 viviendas que resultaron destruidas.
Por su parte, el Minvu también considera las 63.904 reparaciones ya concretadas en el total estimado de otras 110.000 viviendas dañadas que se contabilizaron tras la catástrofe.
"Tenemos un avance significativo"El subsecretario de Vivienda, Juan Carlos Jobet explicó que "de las 220.000 familias damnificadas, el 49 por ciento corresponde a subsidios para reparar viviendas dañadas donde era difícil vivir. Ahí tenemos un avance significativo, hemos terminado casi 64.000 obras de reparación, para familias que hoy habitan sus casas. Si eso no es un avance hay un problema, porque les devolvimos la habitabilidad a esas familias".
Y según detalló el subsecretario en el 47 por ciento de avance también se consignan las obras que están recién iniciadas.
A juicio del académico, las cifras, sin un detalle especificado "no dicen mucho ni se explican en indicadores claros. Por eso, el plan no debe reducirse a la contabilización de casas entregadas mensualmente".
Añadió también que no se debe restringir la cifra a vivienda, puesto que "no sólo se trata de recuperar materialmente lo que se perdió, sino que se relaciona con proyectos de vida. El plan debe ser visto como una oportunidad, por el despliegue de autoridades y recursos que puede aprovecharse para mejorar las condiciones de vida de las personas en comparación con lo que tenían antes de la catástrofe".
