La actual vicepresidenta solicitó un nuevo proceso para definir el cargo.
"Aunque yo no concursara, debería hacerse igual de nuevo", afirmó a Cooperativa.
La actual vicepresidenta de la Junji, Ximena Ossandón, enfatizó este martes que está "viciado y manoseado" el concurso que se realiza a través de la Alta Dirección Pública para definir a su sucesor en el cargo.
En Cooperativa, Ossandón comentó que "el concurso está sumamente viciado e incluso, aunque yo no concursara, debería hacerse igual de nuevo".
Ossandón no postuló para continuar como vicepresidenta de la Junji en una acción que el senador UDI Carlos Larraín estimó como una "trampa" que hicieron en el organismo.
Ossandón comentó que en el Congreso parlamentarios de la Concertación le hicieron ver que no había postulado al concurso en el plazo establecido, en circunstancias que el proceso debería ser confidencial. A ello se suma que en La Tercera se publicó este martes los nombres de tres de los supuestos cuatro finalistas.
"Si esos son los nombres, quiere decir que hay más vicio todavía en el concurso, entonces de verdad yo creo que el concurso está absolutamente viciado y manoseado a estas alturas", sostuvo Ossandón.
"Yo quiero reiterar que tengo las condiciones absolutas de poder concursar", añadió.
Comentarios valóricosOssandón además pidió no mezclar sus opiniones sobre temas valóricos con su capacidad para el cargo, en alusión a sus comentarios sobre el sacerdote Fernando Karadima, a quien considera un "prócer" de la Iglesia y asegura que fue tentado "por el demonio" ante las acusaciones de abusos sexuales.
"Yo tal vez estaría haciendo otra cosa si me hubieran dicho que tal vez iba a participar en una administración donde los valores no iban a ser importantes, y creo que el Presidente Piñera ha demostrado más de alguna vez que es un hombre que cree en Dios y que los valores para el son sumamente importantes", agregó.
Ossandón cree también que "en general toda la gente de la Concertación, esos que son bien de peso, siento que están bastante a favor mío y lo mismo en la Alianza", pidiendo "dejar de lado la parte gestión con la parte valórica".
