Estados Unidos anunció este miércoles que prohibió la entrada al país al expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017) y al exvicepresidente Jorge Glas, a los que acusa de estar involucrados en casos de corrupción.
El vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo en un comunicado que Correa y Glas "no son elegibles para entrar en Estados Unidos debido a su participación en significativos actos de corrupción durante su mandato".
De acuerdo con la Administración de Joe Biden, el exmandatario ecuatoriano y su "número dos" abusaron de sus cargos públicos "al aceptar sobornos a cambio de otorgar contratos gubernamentales favorables".
Miller expresó en el comunicado el respaldo de Estados Unidos para todos los ecuatorianos que estén "comprometidos con aumentar la transparencia gubernamental y exigir cuentas a los funcionarios públicos corruptos".
La Embajada de Estados Unidos en Ecuador precisó en un escrito posterior que la prohibición de ingreso a su territorio impuesta a Correa y Glas también se extiende a sus familiares más cercanos.
Correa, quien gobernó como uno de los referentes de la izquierda latinoamericana, reside desde el fin de su mandato en Bélgica, que le concedió asilo político en 2022, permitiéndole evitar la cárcel en Ecuador.
Sobre el expresidente, que sigue muy presente en la vida política de su país a través de redes sociales, pesa una condena de ocho años de cárcel e inhabilitación política por los delitos de cohecho contenidos en el caso "Sobornos 2012-2016", donde tanto él como varios de sus colaboradores fueron condenados por el financimiento irregular de Alianza País, el movimiento político oficialista de la época.
Glas, quien fue uno de los hombres fuertes del gobierno de Correa, fue detenido el pasado 5 de abril, en el asalto de las fuerzas de seguridad ecuatorianas a la embajada mexicana en Quito, donde éste había pedido asilo.
Sobre Glas pesaba entonces una orden de captura e ingreso en prisión preventiva por el caso de las obras de reconstrucción posteriores al fuerte terremoto de 2016, donde está imputado por presunta malversación de fondos públicos, si bien tanto él como Correa se declaran víctimas de persecución política.
"¡NO HAY DERECHO!", RECLAMÓ CORREA
A través de un mensaje publicado en X, Correa aseguró que "no hay derecho" a que el gobierno estadounidense le prohíba el ingreso a su territorio, revindicando una vez más su inocencia frente a la condena que se le impuso en 2020.
"La maldad humana... obvian que nadie en el mundo ha aceptado la sentencia por 'influjo psíquico' y que cinco países han dado asilo político a los involucrados en el Caso Sobornos. Meten hasta a mi familia ¡No hay derecho!", expresó Correa.
En un mensaje posterior, Correa lanzó varias "hipótesis de esta nueva idiotez hecha por los gringos", entre las que mencionó una posible venganza "por lo de (Julian) Assange", fundador de WikiLeaks a quien Ecuador dio asilo en su embajada en Londres cuando era requerido por la Justicia estadounidense.
El exmandatario también comentó que puede ser "un distractor para desviar la atención del desastre del Gobierno de (Daniel) Noboa, en su peor momento" con un recrudecimiento de los apagones programados de hasta diez horas al día por la grave crisis energética que afecta al país.
Asimismo, mencionó que esta prohibición pueda deberse a un posible "involucramiento (de Estados Unidos) en la campaña electoral ecuatoriana" para los comicios de 2025, donde su candidata Luisa González es una de las principales favoritas en las encuestas realizadas hasta ahora, junto al presidente Noboa.