El Gobierno Regional de Ñuble aprobó 360 millones de pesos para que el SAG realice vigilancia fitosanitaria y otras acciones preventivas.
La plaga puede causar importantes pérdidas si los fruticultores no adoptan medidas oportunas.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) hizo un llamado a los productores frutícolas de Ñuble para que refuercen las medidas de manejo en huertos a fin de prevenir la aparición de la Mosca de Alas Manchadas (Drosophila suzukii), que afecta la calidad de la fruta fresca.
"Si bien la presencia de larvas en la fruta no representa un riesgo para la salud de las personas ni animales, la falta de un manejo adecuado puede causar que se pierda hasta el 80% de la producción de los frutales", comentó el director regional del SAG de Ñuble, Eduardo Jeria.
Además informó que el Gobierno Regional de Ñuble aprobó una inversión de 360 millones de pesos para que el SAG realice vigilancia fitosanitaria, capacitación en terreno, evaluación de impacto socio económico y difusión a la comunidad sobre labores culturales y buenas prácticas agrícolas.
Eduardo Jeria explicó que una de las medidas fundamentales es asegurar que el riego sea eficiente, evitando que se apoce el agua, pues la presencia de humedad fomenta la reproducción de la Mosca de Alas Manchadas en esta época, cuando las temperaturas oscilan entre los 20 y 25 grados Celsius.
Agregó que también es necesario controlar las malezas cuya altura puede ser superior a plantas frutales como frutillas y frambuesas, pues ofrecen refugio a la Drosophila suzukii. Además, mediante la poda de cerezos y arándanos, se debe asegurar la adecuada aireación del frutal despejando las ramas inferiores.
Durante toda la temporada se debe además eliminar la fruta sobremadura, tanto aquella que cae al suelo como la que no es cosechada. Del mismo modo, no se debe transportar fruta con sospecha de síntomas o daño de la plaga, pues ello contribuye a dispersar al insecto.
La Mosca de Alas Manchadas es una plaga de amplia distribución en todo el mundo y fue detectada por primera vez en Chile en el año 2017. Afecta principalmente la producción de frutos sanos, en particular berries, carozos, plantas ornamentales y silvestres.
