Pizarro destacó endurecimiento de ley: En nuestra cultura está asumido que se puede beber y conducir

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Autor: Cooperativa.cl

Calificó como una "señal positiva" la modificación a la ley que aumenta sanciones por conducir en estado de ebriedad.

Me opuse a que se bajara del 0,5 al 0,3 porque encuentro que es una exageración, añadió.

El senador y miembro de la Comisión de Transporte, Jorge Pizarro (DC), se refirió a la reforma de la Ley N° 18.290 que aumenta las sanciones a conductores en estado de ebriedad o bajo influencia de estupefacientes, la que entraría en vigencia dentro de las próximas semanas, modificación que calificó como una "señal positiva".

ImagenEn conversación con El Diario de Cooperativa, el senador DC señaló que es una "señal positiva, en el sentido de crear conciencia de los conductores, de que cuando uno va a manejar no puede tomar y cuando se quiere tomar un trago, no pueden manejar, así de simple".

"Me parece importante entregar con fuerza esa señal, porque dentro de la cultura nuestra todos tenemos en nuestro adn que se puede tomar, que podemos manejar y no hay mayor inconveniente. Y no faltan los que dicen que con tragos manejan mejor, lo que es un error porque mientras más alcohol uno consume, más va perdiendo la capacidad de reacción, de concentración y eso esta comprobado", añadió.

Pizarro puntualizó, además que "lo fundamental es cambiar la cultura de los conductores chilenos que es muy mala. Nosotros somos demasiado buenos para cometer infracciones y eso es producto, en mi opinión no de la graduación alcohólica, sino de que entregamos las licencias de conducir sin el profesionalismo, sin la autonomía, sin la objetividad correspondiente".

Por esto mismo recalcó que "tenemos que cambiar el sistema de las licencias de conducir y esperemos que el Gobierno ponga la urgencia correspondiente al proyecto de licencias por puntaje", donde el envío de las indicaciones ha demorado más de un año.

Al ser consultado por la baja en la graduación alcohólica para establecer las sanciones, el senador sostuvo que "yo me opuse a que se bajara del 0,5 al 0,3 porque encuentro que es una exageración y se cae en el riesgo de que a veces, por otras sustancias, a uno puedan tomarle un examen y creer que está bajo la influencia del alcohol".

"Si estoy de acuerdo de 1 a 0,8, porque de 0,8 para arriba estamos hablando de dos copas de vino dos cervezas y eso, en algunos organismos ya empieza a generar problemas de reacción, de alerta, de atención que son vitales en el momento de estar conduciendo. Por eso es mejor prevenir que curar", finalizó.