El Papa defendió el celibato y la castidad ante miles de sacerdotes en Milán
Dijo que éstas son "señales luminosas" para el clero y las religiosas.
Benedicto XVI preside el VII Encuentro Mundial de las Familias.
Benedicto XVI afirmó ante unos 5.000 sacerdotes, religiosas, diáconos y seminaristas reunidos en el Duomo (catedral) de Milán, que el celibato, la castidad y la virginidad son "señales luminosas" para los religiosos.
En su segundo día de estancia en Milán, donde preside el VII Encuentro Mundial de las Familias, que se prolongará hasta mañana, el papa dedicó las primeras horas de la mañana para reunirse con la Iglesia lombarda, a la que animó a mirar al futuro "con confianza".
Acogido con vivas y cánticos por los presentes dentro de la catedral y por las miles de personas congregadas en la explanada del Duomo, el papa Ratzinger destacó la labor de los religiosos, cuya misión, dijo, es conducir a los fieles a la unión con Dios y a hacer que crezca la unidad eclesial para la salvación del mundo.
"Señal luminosa de esa caridad pastoral y de un corazón indiviso es el celibato sacerdotal y la virginidad consagrada", subrayó.
El Obispo de Roma agregó que el amor por Jesús vale para todos los cristianos, "pero adquiere un significado singular para el sacerdote célibe y para quienes han respondido a la vocación de la vida consagrada".
"Sólo y siempre en Cristo se encuentra el manantial y el modelo para repetir cotidianamente 'sí' a la voluntad de Dios", añadió el papa, que recordó que san Ambrosio "siempre predicó y cultivo la virginidad en la Iglesia, promoviendo también la dignidad de la mujer".
Tras la cita en la catedral, Benedicto VI se dirigió al estadio de fútbol "Giuseppe Meazza-San Siro", campo del Milan y el Inter, para reunirse con miles de jóvenes que se preparan para la confirmación.