La guerra secreta de Pinochet contra The New York Times y Radio Moscú
Agencia alemana DPA tuvo acceso a miles de archivos secretos de la dictadura.
La DINA envió a las embajadas chilenas un perfil de Pinochet, el "soldado estadista".
La dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) siguió y vigiló a cientos de corresponsales extranjeros, según consta en los archivos secretos e inéditos del régimen chileno a los que tuvo acceso la agencia alemana DPA.
"Cuando volví a Chile sabían casi todo lo que había hecho fuera del país", recordó el periodista chileno y ex corresponsal de DPA Carlos Dorat, quien fuera presidente de la Asociación de Corresponsales en esa nación. Dorat vivió hasta 1982 en Reino Unido, donde estudió y estaba activo en el exilio chileno.
De hecho, en un único memorando secreto aparecen los nombres de 761 corresponsales de medios de Japón, Alemania, EE.UU., Holanda, Argentina, Brasil e Israel.
Entre los cientos de nombres del listado del 2 de noviembre de 1976 asoman:
- Humberto Zumarán, de France Presse
- Giorgio Bagoni, de ANSA
- Rodney Bond, de BBC
- Klaus Börner, de Westdeutscher Rundfunk
- Patrick Buckley, de Reuters
- Hero Buss, de Stern
- Luis Carrasco, de AP
- Manuel Cabrera, de EFE
- Carlos Cánepa, de TV ZDF
- Robert Harvey, de The Economist
- Pierre Kalfon, de Le Monde
- Juan de Onis, de The New York Times
- Johannes Martin Gester, de Frankfurter Allgemeine Zeitung
Los escritos describen además diversos incidentes con periodistas, en especial con corresponsales como Gester.
La obsesión por la prensa obliga a las embajadas a remitir copias periódicas de artículos, columnas o reportajes sobre Chile y, en especial, sobre las violaciones a los derechos humanos.
Son transcritos palabra a palabra los programas de emisoras como Radio Moscú y telegrafiados los artículos de revistas o diarios tan disímiles como Triunfo de España y el The Washington Post de Estados Unidos.
El dictador quería una imagen favorable en el extranjero. |
El perfil oficial de Pinochet: "Soldado estadista"
Ante las críticas, la policía secreta elabora y distribuye a embajadas 600 ejemplares de un perfil humano de Pinochet, en un oficio firmado por el director de la DINA, Manuel Contreras, el 31 de diciembre de 1976. La idea es resaltar al "soldado estadista".
El tema de la prensa internacional, en el contexto de la Guerra Fría, deviene finalmente en un problema de Estado que motiva sucesivos intercambios entre ministros y entre éstos y la policía secreta.
El ministro secretario general de gobierno, general Hernán Mejares, remite en 1975 al canciller, vicealmirante Patricio Carvajal, un oficio secreto sobre la conveniencia o no de autorizar el ingreso de periodistas de CBS y NBC, como George Matanson y "el señor Strathorst", respectivamente.
"Todos los antecedentes hacen prever que su propósito sería preparar un reportaje sobre Chile premeditadamente desfavorable", subrayó Mejares, quien no obstante matizó que impedirles el ingreso puede ocasionar "reacciones negativas".
"Cultura", vía la Cancillería
Pero no solo la prensa preocupa a la policía secreta de Pinochet. Las actividades culturales en el extranjero son también una inquietud que complica a los cuerpos represivos y al canciller de turno.
El jefe de la CNI, general Odlanier Mena, incluso ordena a Cancillería enviar todos esos antecedentes artísticos a su equipo en un oficio "estrictamente secreto" del 4 de octubre de 1979.
A su vez, en 1986, confirmando la extensa cooperación entre los ministros del régimen y la policía secreta, el canciller subrogante, Sergio Covarrubias, pide a la CNI investigar filtraciones en la prensa de Estados Unidos relativas a la visita a Chile del senador republicano Jesse Helms.
El funcionario incluso propone a los equipos represivos "mantener un registro actualizado y con constante análisis de los funcionarios de (la embajada) Estados Unidos", de quienes se sospecha filtraron los antecedentes.
Ese mismo año, marcado por los paros en el país, además de un frustrado atentado contra Pinochet por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, la Cancillería pide elevar la cooperación.
En un oficio secreto del 30 de diciembre de 1986, el canciller Jaime del Valle propone crear un grupo de trabajo entre su secretaría, la policía secreta y los Ministerios de Interior, Agricultura, Gobierno, Presidencia, Salud y Hacienda.
El objetivo, como todos esos años, era contrarrestar las informaciones y denuncias que circulaban en Naciones Unidas, en medio de un clima adverso en la prensa, a juicio de la dictadura.
También por cierto interesa investigar a todo quien hable contra el régimen en la prensa extranjera, como ocurre con el escritor Ariel Dorfman, a petición de Cancillería en oficio reservado 07806 de 1986.