Últimos sondeos sobre el referéndum escocés anticipan un resultado ajustado
Faltan seis días para la histórica elección sobre la independencia.
La reina Isabel II mantiene neutralidad.
Los políticos prounionistas y los independentistas participan este viernes en mítines en Escocia en el tramo final de la campaña.
Cuando faltan seis días para el histórico referéndum sobre la independencia de Escocia, las últimas encuestas sobre intención de voto apuntan a la victoria del "no" con una ligera diferencia, por lo que el resultado puede ser ajustado.
Dos nuevos sondeos sobre intención de voto divulgados en las últimas horas muestran una ligera recuperación del campo unionista, después de que una consulta publicada el pasado domingo causara turbulencias en los mercados y entre los partidos británicos al dar por primera vez el triunfo al "sí".
La decisión de los líderes de las principales formaciones británicas -conservadores, laboristas y liberaldemócratas- de viajar esta semana a Escocia para respaldar la unión parece haber surtido efecto.
Los políticos prounionistas y los independentistas participan este viernes en mítines en Escocia en el tramo final de la campaña, mientras muchos bancos y empresas han abandonado su neutralidad y han alertado sobre las consecuencias negativas de una eventual escisión.
El populista líder del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, llegó a pedir este viernes la intervención de la reina Isabel II de Inglaterra para que haga una declaración en favor de la unión, si bien el palacio de Buckingham ya ha aclarado que la soberana mantiene su neutralidad.
Un sondeo de la firma ICM para el periódico "The Guardian" otorgó este viernes a los partidarios de mantener la unión de Escocia con el Reino Unido el 51 por ciento de apoyo frente al 49 por ciento del no, mientras que un 17 por ciento de los votantes aún están indecisos.
En su primer sondeo sobre el referéndum, ICM entrevistó por teléfono a mil electores entre el miércoles y el jueves, cuando los partidarios del "no" viajaron a varias ciudades escocesas para defender el Acta de Unión de 1707.
Otra encuesta divulgada anoche por la empresa YouGov, que el pasado domingo fue la única en otorgar mayoría a la independencia escocesa en el referéndum del día 18, colocó al campo unionista con un apoyo del 52 por ciento frente el 48 por ciento de los independentistas.
Esto supone una recuperación de tres puntos para los partidarios del "no", los mismos que habrían perdido los independentistas, según el sondeo, encargado por los diarios "The Times" y "The Sun", realizado por internet entre 1.268 electores y que estimaba en un 6 por ciento la cantidad de indecisos.
"Razón clave" del temor a la independencia
Para el presidente de YouGov, Peter Kellner, la "razón clave" del temor a la independencia reflejado en estas últimas consultas responde a la inquietud de los ciudadanos por lo que pueda pasar con sus ahorros depositados en entidades escocesas.
Los consultados que dijeron que votarán "no" citaron como ventaja de conservar la unión la posibilidad de que Escocia reciba ayuda de Londres en caso de una recesión económica, según Kellner, quien alertó, no obstante, que es difícil anticipar si esta recuperación de los unionistas se mantendrá hasta el final.
El presidente de la Confederación de la Industria Británica (CBI, por sus siglas en inglés), Mike Rake, se mostró hoy contrario a la independencia al advertir de que podría desestabilizar la inversión en Escocia y en el resto del Reino Unido, lo que provocaría "una incertidumbre que durará fácilmente diez años".
"Inevitablemente, esta incertidumbre llevará a una desaceleración en la inversión en Reino Unido en su conjunto, así como en Escocia", dijo Rake al periódico económico "Financial Times".
La advertencia del responsable de la influyente CBI se produce al día siguiente de que varios bancos escoceses informasen sobre sus eventuales planes de traslado a Londres después de que numerosos clientes solicitasen una aclaración sobre la situación de sus finanzas si gana el "sí".
El ministro principal escocés, el independentista Alex Salmond, calificó de "alarmistas" los planes de las entidades bancarias, entre ellas el Royal Bank of Scotland.
En ese sentido, un portavoz del primer ministro británico, el conservador David Cameron, no quiso decir hoy si el Gobierno había presionado a los líderes empresariales para que hablasen sobre las consecuencias de una posible independencia de Escocia, aunque destacó la importancia de que todo el mundo exprese sus opiniones.
Los residentes en Escocia mayores de 16 años votarán el día 18 si quieren que la región se convierta en un país independiente del Reino Unido.