La columna de Pelotazo: Que no te engañen
Mientras los equipos locales no logran tener buenas campañas en el extranjero, en Chile nos maravillamos con clásicos o con un torneo nacional de "cartón".
Primer acto: The Strongest barre con Unión Española. Segundo acto: Los "hispanos" derrotan al bicampeón local, Universidad Católica. Tercer acto: Botafogo elimina a Colo Colo. Cuarto acto: Los albos barren con los "cruzados". ¿Cómo se llama la obra? El fútbol chileno anda mal.
Porque el problema no es Universidad Católica. Para el análisis del juego del equipo de la franja se podrá criticar a Mario Salas. El porqué hipoteca el tricampeonato jugando con tres defensas, pero ése es otro tema.
El problema es que nos engañamos. Los hinchas festejan triunfos locales y ésa es la miserable forma de tapar los fracasos internacionales.
Además los medios de comunicación engañan con portadas y minutos dedicados a los equipos grandes cuando ganan. Y eso venderá mucho, pero nos mete en una burbuja que nos hace flotar en la nada.
Es que el nivel del fútbol chileno, el del torneo nacional, no es el ideal. No me importa si el fútbol boliviano, peruano, paraguayo, uruguayo o venezolano andan peor, acá hay que mirar la casa propia.
El campeonato local no ayuda en nada a la competencia. Quince fechas donde es campeón quien tenga la mejor racha. Donde a la mitad de temporada sólo dejas reforzarse a los equipos con tres jugadores. Un fútbol donde las divisiones inferiores modificaron sus sistema de torneo y ya no juegan todos contra todos. De esto, no se puede esperar nada.
Una competición donde los jugadores trotan en la cancha y sacan ventajas, porque así se desmarcan de rivales. De qué presión se puede hablar. Vean el compacto del Colo Colo 2-0 Universidad Católica, es como les digo. Es desastroso.
Alguien dirá que no es culpa de uno que el rival no te marque y tendrá razón, pero eso te malacostumbra, te mal enseña, te deforma, te complica y te "mata" lentamente.
Esto no es una invitación a que todos jueguen a ataque, para nada. Porque defensivamente también se puede presionar. Es una invitación a que jueguen con ganas, como si cada pelota fuera la última. Es una invitación a que jueguen "despiertos" para que dejemos de sufrir goles infantiles y eliminaciones vergonzosas.
El encuentro de Palestino con Atlético Venezuela es sólo un capítulo de un gran libro donde equipos chilenos se ven superados por rivales que no son superiores en planteles, en juego y/o en historia. Y con poco, nos sacan resultados.
Si pretendemos ganar llaves o partidos a punta de "rajazos", estamos mal enfocados. El año pasado se acusó a Independiente del Valle de tener suerte con Colo Colo, pero los ecuatorianos eliminaron también a River Plate, a Pumas y a Boca Juniors. O sea, algo tendrán.
Basta de esa visión clasista de hincha para mirar a los equipos de los otros países.
Seamos humildes para enfrentar al adversario y seamos humildes para aceptar que nuestro fútbol está agonizando. De esa forma podremos enmendar el camino y mejorar todo: el sistema del torneo nacional, el campeonato de cadetes, el carácter para afrontar los torneos internacionales y nuestra opinión del resto.