Causa de tensión y renuncias: Nuevo jefe de comunicaciones de Trump sacude a la Casa Blanca
Esta semana, Anthony Scaramucci ha terremoteado el ala oeste de Washington tras la caída de sus rivales: el portavoz y el jefe de gabinete.
Este financiero de Wall Street tiene un estilo atrevido del gusto del presidente y no tiene experiencia en la comunicación política.
La tensión en el ala oeste se volvió insostenible, según han comentado a los medios estadounidenses.
El nuevo director de comunicaciones, Anthony Scaramucci, ha sacudido en solo una semana la convulsa Casa Blanca de Donald Trump, más alejada que nunca del aparato republicano tras la caída del portavoz Sean Spicer y el jefe de gabinete Reince Priebus.
Priebus había logrado durante meses bloquear la llegada a la Casa Blanca del arrollador Scaramucci, un financiero de Wall Street con un estilo atrevido del gusto de Trump y sin experiencia en estrategias de comunicación política.
Pero su mermada influencia en el Despacho Oval hizo que el pasado viernes Scaramucci no solo entrara en la Casa Blanca sino que lo hiciera en el puesto al que aspiraba Spicer, que junto a Priebus había tratado por todos los medios de que el financiero no llegara al ala oeste.
La rivalidad entre Priebus y Scaramucci no tardó en pasar de secreto a voces a evidencia flagrante. Scaramucci se la tenía guardada a Priebus desde hacía meses, conciente de que el estratega republicano fue el motivo por el que Trump no concretó su intención de incorporarle a su equipo desde el principio de su Gobierno.
Una vez ambos en el ala oeste, la tensión se volvió insostenible, según han comentado a los medios estadounidenses durante esta semana varias fuentes de dentro de la Casa Blanca.
"Paranoico esquizofrénico", dijo sobre ex jefe de gabinete
En una conversación con la revista The New Yorker -que supera cualquier guión de ficción imaginable- el financiero dio rienda suelta a su frustración con las filtraciones que ha vivido la administración de Trump y con Priebus cayendo en vulgaridades que trató de justificar después como "lenguaje colorido".
No sólo acusó a Priebus de ser la fuente de las filtraciones y de querer hacerle daño deliberadamente con informaciones sobre sus finanzas, sino que aseguró que el republicano "es un puto paranoico esquizofrénico".
En su desahogo también aseguró que al jefe de gabinete le quedaba poco para dimitir, algo que ocurrió este jueves, según explicó el propio Priebus ayer viernes en CNN tras conocerse la noticia de que dejaba la Casa Blanca.
Según han indicado fuentes de la Casa Blanca a algunos medios, Trump ya había comunicado hace dos semanas a Priebus que pensaba reemplazarlo, algo que precipitó la llegada de Scaramucci.
Su estilo agresivo, que desdeña normas y jerarquías, se impone cada vez más en una Casa Blanca en la que ahora tienen todo el poder figuras ajenas al aparato del Partido Republicano: su populista estratega jefe, Steve Bannon, el matrimonio formado por su hija Ivanka Trump y Jared Kushner, el principal asesor económico, el ex banquero Gary Cohn, y el recién llegado Scaramucci.
El financiero de Wall Street parece gozar por el momento de la confianza de Trump, pero si algo ha quedado claro en este medio año de seísmos políticos constantes es que el presidente es muy voluble en sus afectos cuando no se trata de su familia cercana.