El Congreso de EEUU aprueba el presupuesto que permite reabrir el gobierno
La Cámara de Representantes aprobó las cuentas con 240 votos a favor y 186 en contra.
Los fondos quedaron aprobados con el apoyo de un significativo número de demócratas.
Con esto, los demócratas renunciaron a la regularización de unos 800 mil jóvenes indocumentados denominados, los "dreamers" (soñadores).
El Congreso de Estados Unidos aprobó este jueves, con el voto de ambas cámaras, el proyecto presupuestario que permitirá en las próximas horas la reapertura de la Administración.
El proyecto necesita ahora la rubrica del presidente de EEUU, Donald Trump, para hacer efectiva la reapertura administrativa.
La Cámara de Representantes aprobó las cuentas con 240 votos a favor y 186 en contra sobre las 05.30 hora local después de que el Senado hiciera lo propio con 71 votos favorables y 28 contrarios.
Las votaciones de esta madrugada no estaban en la agenda de republicanos, demócratas o la Casa Blanca, que pretendían aprobar los presupuestos el jueves para evitar así un nuevo cierre administrativo a medianoche, cuando se agotaran los fondos.
Sin embargo, el senador republicano Rand Paul bloqueó la votación con tecnicismos originando el cierre, mostrando así oposición a los presupuestos que elevaban significativamente el gasto público y el techo de endeudamiento.
"Con toda honestidad, de buena fe, no puedo simplemente mirar hacia otro lado ahora que mi partido es cómplice del déficit", afirmó Paul en su discurso en el Senado.
"Cuando los republicanos están al mando -añadió-, no hay un partido conservador. Muchos de los llamados conservadores pierden la cabeza".
Justo a tiempo
Con el bloqueo al que Paul sometió al Congreso, cerca de un millón de empleados públicos se fueron a dormir ayer jueves sin saber si hoy tendrían que acudir a sus puestos de trabajo o quedarse en casa. No obstante, el congreso logró aprobar las cuentas antes de que el grueso del aparato público se pusiera en marcha por la mañana.
Estos presupuestos a dos años quedaron aprobados con el apoyo de un significativo número de demócratas, que renunciaron así a la que había sido su principal condición en las negociaciones, la regularización de unos 800 mil jóvenes indocumentados denominados "dreamers" o "soñadores".