Acusan de homicidio a creadores del tobogán más alto del mundo
Un niño sufrió un accidente y fue decapitado por la atracción.
El dueño de un parque de diversiones y el hombre que diseñó el tobogán de agua más alto del mundo fueron detenidos y acusados de homicidio por la justicia en Kansas, EE.UU., luego que un niño de 10 años muriera en la atracción en 2016.
La estructura conocida como "Verrückt" (loco, en alemán) tenía una altura equivalente a un edificio de 17 pisos y estuvo en operación dos años hasta que ordenaron su cierre.
El pequeño Caleb Schwab sufrió un accidente en el Verrückt que lo decapitó en pleno recorrido. Otras dos mujeres, que iban con él, sufrieron cortes y fracturas.
Según informó The Washington Post, los fiscales acusan a los creadores del tobogán de abrir el juego pese a saber que los cálculos estaban mal y tenía errores en su construcción. Por ejemplo, aseguran que una parte del tramo hacía que el carro en que se lanzaban las personas saltara, chocando contra las mallas protectoras.
Es más, se les acusa de abrir el tobogán antes de lo planeado para que pudiera aparecer en un programa de TV.
Otras 13 personas sufrieron lesiones en el tobogán durante el tiempo que estuvo abierto, principalmente por la salida del carro transportador.
Jeff Henry, dueño del parque, y Timothy Schooley, diseñador del tobogán Verrückt, enfrentan cargos de asesinato en segundo grado, lo que conlleva una sentencia desde 9 a 41 años de cárcel.