Académica advirtió sobre los graves riesgos de optar por no vacunar a los hijos
La enfermera Pía Rojas desmintió a movimientos antivacunas.
Indicó que al no inmunizarse "se exponen ellos a sufrir la enfermedad y dejan de proteger a las personas que no pueden vacunarse".
Serían críticos los riesgos de la opción de los padres de no vacunar a sus hijos
La enfermera y académica de la Universidad Católica del Maule, Pía Rojas, insistió en la advertencia de los graves riesgos y peligros que pueden resultar de la decisión de los padres de no vacunar a sus hijos.
Dio cuenta que es común escuchar en la opinión pública a padres expresando su negatividad de ponerles vacunas a sus hijos, pese a que en el artículo 32 del Código Sanitario se establece la obligatoriedad de inmunización para enfermedades inmunoprevenibles.
"Cuando existe un movimiento antivacunas, que es fundado en base a un estudio fraudulento de 1998 donde se vinculaba las vacunas al autismo, y las personas deciden no vacunarse en base a esta investigación que fue desmentida el 2004 y retirada la publicación en 2010, se exponen ellos a sufrir la enfermedad y dejan de proteger a las personas que no pueden vacunarse", afirmó Rojas.
Y es que, indicó la profesional, hay un grupo de personas que por contraindicación médica no deben vacunarse, pero que están igualmente protegidos por la llamada inmunidad rebaño o también conocida como herd immunity. "Esto se refiere a que al lograr coberturas de vacunación por sobre el 95 por ciento de la población objetivo, las personas que no fueron vacunadas disminuyen el riesgo de contagiarse gracias a la presencia de una masa crítica de individuos que son inmunes a la misma", explicó.
"En nuestro país este movimiento antivacuna dice respaldarse en la Ley 20.584, de Deberes y Derechos del paciente donde reconoce en el Artículo 14 la autonomía de la persona para otorgar o rechazar un determinado tratamiento médico, pero esto está limitado por el artículo 16 que indica 'este derecho de elección no resulta aplicable cuando se ponga en riesgo la salud pública, en los términos establecidos en el código sanitario'. Como vacunarse es un beneficio para la salud comunitaria, no puede ser puesto en riesgo por la decisión individual, reafirmado la obligatoriedad de la vacunación", aseguró.
Y agregó que "muchos padres hoy son demasiado jóvenes como para recordar la pérdida de vidas humanas debido a estas enfermedades antes de que se utilizaran las vacunas. El sarampión, que aún es responsable de la muerte diaria de niños en África, fue eliminado en Chile en 1992. Las paperas, enfermedad que puede derivar en sordera y esterilidad, escasamente se presentan por la efectividad del programa de vacunación. Si un número considerable de personas dejasen de vacunarse, estas enfermedades fácilmente podrían aparecer de nuevo y alcanzar proporciones de epidemia".
La especialista, además, aclaró que existe mucha evidencia científica y estudios internacionales que concluyen que la vacunación no sólo no es nociva, sino que está estrechamente vinculada con la reducción de enfermedades prevenibles mediante éstas.
"Es por esto que el llamado a la población es a vacunarse según el programa de inmunizaciones de nuestro país, esto se puede realizar de manera gratuita en cualquier centro de atención primaria, independiente de su condición previsional", sentenció.